Manual de uso: invitamos al amigo lector a acomodarse en el lugar de su preferencia y leer este artículo como si estuviera haciendo un zapping por la televisión. La idea es tener un panorama general y ver qué están dando. Usted elige el canal.
El ensimismamiento que provoca la organización de un evento provoca a veces que uno suponga aquellos terrenos sobre los que no es necesario repetirse. Es justo cuando una conversación casual con algún amigo agita otra vez el panal: “¿Y qué es pues una Bienal de Arte?”, “¿qué cosita hacen ahí?” En un país futbolero (con escaso fútbol) como el nuestro, tal vez la analogía sirva: “Una Bienal SIART es más o menos como una Copa América, pero de Arte”. La diferencia está en que no plantea solamente una competición, sino que se enfoca en trabajar sobre la infraestructura: problematizar las condiciones de enseñanza y producción de arte en el medio.
Vayamos al grano. El 12 de octubre se dará el puntapié inicial de la VII Bienal SIART 2011 que organiza la Fundación Visión Cultural —con el importante apoyo de algunas instituciones, y en medio de la olímpica indiferencia de otras.
En la ocasión, el acto de gala incluirá la premiación del Concurso Internacional, la inauguración de exposiciones, una performance de la artista argentina Geli González, y más. Se trata de una Bienal que se ha superado en todo sentido, pero esto tienen que experimentarlo. Por ello requerirá también de la participación y el ojo exigente del público paceño para valorarse y seguir creciendo. Sépase que la Bienal es principalmente un motivo de fiesta —oportunidad de pensamiento y amistad—, una gran mesa en la que el arte se sienta a la cabecera, y que está servida para todos aquellos comensales que sepan acudir con el apetito intacto.
Seminario. “Desde que Da Vinci estableció como un hecho que la pintura es un hecho mental, sabemos que los artistas son pensadores y piensan de un modo no verbal. El mundo no se reduce solamente a una cuestión verbal, aunque cueste admitirlo. Claro que la cuestión verbal es algo admirable y construyó el último análisis, como dice Octavio Paz. Pero hay que pensar en lo visual —y en esta otra dimensión sensorial— como una forma de pensamiento que cambia todo y habla desde otro lugar sobre la gramática de las cosas”. Estas son palabras del brasileño Agnaldo Farías, curador de la 29˚ Bienal de Sao Paulo, jurado y flamante invitado de la Bienal SIART 2011.
Agnaldo forma parte del jurado de esta séptima versión junto al arquitecto boliviano Carlos Villagómez y a los internacionales Florencia Battiti (Argentina), Miguel Cereceda (España) y Laymert Dos Santos (Brasil). El público interesado en intercambiar criterios con estas personalidades del mundo del arte, y en conocer sus líneas de trabajo, podrá hacerlo en el Seminario Internacional que se realizará el miércoles 12 en el Museo Nacional de Etnografía. El Seminario es una tarjeta de presentación, la previa, un espacio que anticipa la naturaleza del SIART: ser una plataforma, de diálogo para el arte, que parte de lo local y dirige su mirada hacia lo global. En una palabra: “Glocal”. Con este término resumió el asunto Achile Bonito Oliva (Italia), el famoso crítico de arte y creador de la transvanguardia que nos visitó en la pasada versión.
Abigarramiento. La Bienal SIART se sirve de un concepto de acuño local: abigarramiento, que lleva la firma del sociólogo René Zavaleta Mercado. Da cuenta de la sobreposición desarticulada de varias sociedades, de varios tiempos históricos, modos de producción y subjetividades. Cuando uno habla de formación social boliviana tiene que decirlo fuerte: Esto no es un caos, ¡es un quilombo! Abigarramiento es un concepto operativo que sirve para leer la complejidad del escenario local, la cual condiciona también la posibilidad de prácticas artísticas, de su erupción y de sus taponamientos.
La propuesta curatorial parte del reconocimiento de varios niveles de complejidad, y plantea la construcción de plataformas de diálogo que generen lecturas. El curador general Justo Pastor Mellado afirma: “No hay que preguntarse por las interferencias que una bienal puede producir en un contexto determinado, más bien hay que pensar de qué manera el contexto social y político interfiere en los formatos de exposiciones, de intervenciones del arte en el espacio público, de iniciativas editoriales, etcétera”. Y no se trata de vernos a nosotros mismos como un exotismo interesante que puede venderse a los de afuera, sino de valorar lo que pasa aquí. Observar cómo, en esta gran olla común, las prácticas de arte conviven con prácticas artesanales y con prácticas de “arte popular” que resultan de una complejidad comparable o superior a muchas de las propuestas actuales de arte contemporáneo. Qué locura feliz armar una bienal en base a esta percepción. Prácticas sobrepuestas desarticuladas.
Jaime Saenz. El equipo de la Bienal ha montado tres tipos de iniciativas que se relacionan con la obra de Jaime Saenz: 1) el estreno de la obra Aparapita del grupo Mondacca/Teatro (8 y 9 de octubre); 2) un taller, dictado por la artista-editora Cecilia Podestá (Perú), denominado El libro como intervención de la ciudad, donde el espacio de lectura funciona como una instancia de producción y desplazamiento narrativo que se conjugará con la proyección de un video realizado en Lima con poetas peruanos que trabajan sobre Saenz; 3) el conversatorio-happening Jaime Saenz y el imaginario poético de La Paz, con la participación especial de Luis H. Antezana: siendo el aparapita la figura del inconsciente de la Bienal, esta actividad desglosa las imágenes que la poética del autor de Felipe Delgado nos ha legado en nuestra manera de relacionarnos con La Paz.
El aparapita es para nosotros el nombre que se le da a un tipo de lentes, una medida, una manera, anárquica, si se quiere, de ver la ciudad. Y este paquete está atravesado por un deseo compartido de homenajear al poeta paceño en el 25 aniversario de su partida.
Esto es sólo un pantallazo. La invitación está hecha. Para mayor información visiten nuestra página www.bienal-siart.com.
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