Un imperdible encuentro con la historia del país.
Cuadros, mapas, documentos, fotos y armas, entre otros, son algunos de los artículos que el Museo del Litoral Boliviano mostrará en sus salas, totalmente renovadas, a partir del viernes 23 del presente, a las 19.00. Tras cuatro años de receso, las nuevas instalaciones reviven la historia de la Guerra del Pacífico (1879-1883) y el enclaustramiento marítimo de Bolivia.
NUEVOS PROYECTOS Y METAS. Según Jesús Llusco, encargado de investigación de la unidad de Museos, “la reapertura de este establecimiento se hace para aportar tanto a la cultura como a las interacciones con los visitantes”. Los pilares de esta reapertura conllevan cuatro procesos de investigación. “El primero es reflejar no sólo a los vencedores, como los malos de la película, sino las dos caras de la moneda. Como segundo punto, mostrar que muchos datos de la historia están escritos sobre supuestos incorrectos. También mostrar a Eduardo Avaroa, no como la figura única de la guerra, sino resaltar a este personaje, como a muchos otros que participaron”. El último punto que se quiere destacar con esta muestra es que “el 23 de marzo no se celebra una pérdida, y, al contrario, mostrar los datos exactos de que el Litoral nos pertenece”.
Las nuevas instalaciones comprenden una sala introductoria a través de pinturas y fotografías que reflejan la mediterraneidad de Bolivia, aun cuando era dueña del Litoral, y un espacio para los documentos de archivo y mapas que testifican la posesión de Bolivia de la provincia de Atacama. También se podrá apreciar la sala de armas y un segmento dedicado a los uniformes militares, en los cuales se conserva la memoria histórica de la institución.
20 de marzo se inician las charlas sobre las pérdidas consecuentes de la Guerra del Pacífico, en el museo.
Edificación que recuerda a los héroes del pacífico. Según Jesús Llusco, esta institución se abrió por primera vez el 17 de julio de 1978, durante la gestión del alcalde Mario Mercado Vaca Guzmán, con el apoyo de Gastón Velasco, con el objetivo de perpetuar en la memoria colectiva de la sociedad “el centenario del despojo del Litoral”. “La apertura de este museo constituye un valioso hecho para la investigación, reflexión y difusión de los acontecimientos bélicos acaecidos en 1879 y sus dramáticas consecuencias”,
finaliza Llusco.
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