La pasión y un compromiso con el arte y la cultura, su difusión y su crecimiento, sin mayor trámite que la inquietud misma de los artistas, fueron los motores para el nacimiento de Caza Duende, un espacio alternativo que surgió hace diez años como un lugar alejado de los convencionalismos. Un 16 de marzo de 2002 empezó a funcionar en la calle Indaburo, en una casa colonial al lado del Teatro Municipal, encabezado por Limberth Alarcón y Rocío de la Quintana, y con el apoyo de escultores, pintores y músicos, quienes le dieron el espíritu enraizado de lo que Caza Duende significa hoy, pues persiste en un sueño que mantiene despiertos a los gestores, afirma Alarcón.
Tres etapas de una historia. Debido a la carencia de políticas culturales de apoyo y al buscar la sostenibilidad del espacio, Caza Duende, en su primera etapa en la calle Indaburo, nació como un café, donde el cariño y el apoyo de la gente cumplieron un papel primordial. Limberth recuerda que “la noche del 16 de marzo de 2002 hubo nerviosismo porque nosotros no teníamos conocimientos de lo que era manejar un café, pero el cariño y la fuerza de la gente pudieron más. Ese día estuvieron invitados Los Khoa, un grupo de música autóctona muy lindo. Estaba compuesto por gente muy joven y otra experimentada. Fue una fiesta inundada de artistas, realmente inolvidable”.
Caza Duende se quedó en la Indaburo durante dos años, pues en 2004 tuvo que hacer un receso por motivos personales. Sin embargo, un año después, el espacio volvió a la urbe paceña en otra casa colonial de la calle Sagárnaga, esquina Murillo, donde se inició una segunda etapa que duró seis años y que se caracterizó por la fuerte presencia de bandas musicales. Sin involucrarse en la parte comercial, el espacio se dio a conocer de boca en boca. En una tercera etapa, que se inició en 2010, nació el Caza Duende Café Arte en la Belisario Salinas. “Ahora se plasma el Caza Duende como se soñó en un inicio. Pasaron diez años y tiene una galería de arte, un escenario abierto y el servicio de restaurante. Estamos en una etapa en la que el espacio aporta bastante. Su existencia es más espiritual que estructural. Estamos en los trámites para que el Duende sea una fundación cultural. Soñamos con tener algún día una casa propia donde podamos involucrar las tres fases por las que atravesó el Duende”, afirma Limberth.
3 Es el número de días que se celebrará el aniversario de este espacio dedicado a las artes.
3 Es el número de etapas que hasta ahora atravesó un espacio cuyos cimientos se hallan en el espíritu de quienes lo construyeron.
“Siento mucha gratitud por mi familia, por los amigos, los artistas que hicieron que Caza Duende persista. Albergo mucha alegría y un sentimiento de reciprocidad hacia ellos”.
Limberth Alarcón / PROPIETARIO Y GESTOR
UNA FAMILIA REUNIDA EN TORNO AL ARTE. Una lista larga de personas trabajaron y trabajan en Caza Duende, encabezadas por Limberth Alarcón. Sin embargo, cabe destacar la incondicional labor familiar de Rocío de la Quintana (pareja de Limberth), Erica, Bismark y Wilson Alarcón, hermanos, y Diego Valdivia (primo) en el desarrollo del espacio.
Una celebración de tres días. La semana aniversario comenzará el jueves 15 con un espectáculo del movimiento de los contadores de historias y un grupo de teatro sorpresa. El viernes 16 estarán Panchi Maldonado, Daniel Castellón (El Abuela), el Dúo More Zales, Ikraam, Sebastián Zuleta, Ada Laruta y una lista que se espera crezca. El sábado se presentarán músicos del conservatorio, quienes inician un ciclo de funciones en el espacio.
Un nombre inspirado en el mundo mítico
En Limberth Alarcón nació la inquietud por el mundo de los duendes, quienes, según él, tienen grandes dotes artísticas. “Alguien me dijo que entonces yo me iba a convertir en el cazador de duendes. Otro dijo que sea La Casa del Duende. Pero decidimos que se llame Caza Duende, con el toque particular de que cada quien lo llama como quiere, la casa, el duende, etcétera”.
2002 Es el año en que nace el Caza Duende en la calle Indaburo como un espacio alternativo de difusión del arte.
2005 Es el año en que se inicia la segunda etapa de Caza Duende, caracterizada por el apoyo a bandas locales de música.
2010 El espacio se traslada a Sopocachi, se abre a nuevas actividades y continúa su labor.
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