domingo, 2 de octubre de 2011

Fundación Cajías hacia la cultura libre

Conservar la memoria de Huáscar Cajías | Hacer accesibles el arte y la formación, son las metas de la fundación.

Los diez hermanos Cajías de la Vega han tenido una herencia de lujo. Aunque no pueda contarse en dinero, va mucho más allá de cualquier valor material: han heredado el amor profundo por el arte y la cultura, transmitido por sus padres, en especial por don Huáscar Cajías K., uno de los visionarios bolivianos más importantes, reconocido como una personalidad fundamental en la historia del país a través de su rol como maestro y periodista.


“Estamos felices que, a quince años de su muerte, nuestro padre siga en la memoria de mucha gente como lo atestiguan dos murales -en el Teatro al Aire Libre y en la Facultad de Derecho-, así como nombramientos como uno de los personajes destacados del siglo XX; sin embargo, nosotros hemos asumido mantener también su memoria conservando su biblioteca, transformando la casa familiar en aulas y despachos para investigar. Manteniendo su obra, pero también ampliándola según cada una de nuestras disciplinas. Además, nuestra madre y nuestros dos hermanos fallecidos también mantienen su presencia viva en nosotros a través de la Fundación”, explica Fernando Cajías, uno de los hijos mayores y principales impulsores de la Fundación, que viene funcionando desde 1998, un año y medio después del fallecimiento de Huáscar Cajías.


Seis de los diez hermanos -Fernando, María Dora, Beatriz, Martha, Guadalupe y Magdalena - coinciden en esta tarea, contando con el apoyo de los otros cuatro.

¿Qué ofrece?


La Fundación es un espacio de arte y cultura libres, de forma que está abierta a todo el público, de diferentes edades. Desarrolla diversas actividades, con paseos y viajes culturales, asisten a los cursos ciudadanos extranjeros pero también muchos estudiantes bolivianos y personas en general que desean expandir sus conocimientos más allá de lo rígidamente estructurado en casi todos los otros institutos.


“Damos cursos, abiertos, sin requisitos previos de formación, pues son ‘educación superior alternativa’, con mucha exigencia en la calidad, pero organizados de forma que la permanencia de los alumnos es libre. Tenemos participantes de todas las edades, varones y mujeres; algunos ya son parte de la Fundación, pues asisten desde sus inicios.”, dice Beatriz Cajías.


La Fundación también organiza el Festival del Montículo en el barrio paceño de Sopocachi, donde se presentan conciertos, obras de teatro y declamación de poesía, entre otras. Además se hacen investigaciones y se dictan cursos especiales a grupos y organizaciones, sobre temas como Historia de Bolivia, Redacción de Informes, Cultura Boliviana, entre otros, y de esta manera se sostiene a partir de las actividades que desarrolla.


Todos los hermanos dan clases en algún rubro. Por ejemplo, Fernando da clases de Historia de Bolivia e Historia del Arte y organiza viajes de turismo cultural. Guadalupe también organiza paseos por la ciudad. Martha da clases de telar, Magdalena de historia latinoamericana, Beatriz de composición de textos y Manina, de literatura e historia universal y latinoamericana.

Crecer en el arte


“Tanto nuestro padre como nuestra madre tenían una profunda vocación humanística que nos la transmitieron desde la infancia y más aún en la adolescencia. Por eso la historia, la literatura, el arte formaron parte de nuestra charla cotidiana junto con los otros temas de la vida.


Por otra parte, de nuestro padre heredamos su vocación de docente, más que una transmisión de conocimiento, fue, aparentemente, una transmisión genética o de verlo cada día retornando de la Universidad. De otra manera, no se explica que ocho de los diez hermanos nos hayamos dedicado a la docencia, como nuestra principal actividad y uno de nuestros principales proyectos de vida. Así también, la Fundación tiene como uno de sus principales objetivos la formación cultural”, concluye Fernando Cajías.


La Fundación Cajías, ubicada en la calle Méndez Arcos, a pocos pasos de la Ave. Abdón Saavedra en Sopocachi, recibe inscripciones para todos sus cursos, para alumnos de diferentes edades y en distintos horarios. Sin duda este espacio permite disfrutar la cultura de una manera diferente, abierta y sin restricciones, como don Huáscar siempre lo quiso.


¿Qué buscar?

En esta gestión se están desarrollando los siguientes cursos:

• Teatro infantil

• Música infantil

• América Latina Bajo Fuego
• Bolivia en las décadas 1960-1980
• Literatura universal
• Historia de América
• Club De Literatura Infantil
• Literatura Latinoamericana
• Historia Siglo XIX
• Literatura, misterio y cine
• Composición de textos

• Taller de telar vertical
• Creación poética.

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