Ha pasado casi medio siglo desde que David Santalla Barrientos decidió empezar una carrera artística, pero para este destacado comediante el tiempo parece no pasar por la alegría y juventud que refleja su rostro.
La pasión por el arte actoral empezó para Santalla desde la edad escolar. Parte de sus estudios primarios y secundarios los realizó en Chile, pues su padre el ex prefecto Alfredo Santalla Estrella fue desterrado del país en la época de la dictadura.
Ya en Chile comenzó su inquietud por subir a un escenario y llegó a formar parte de la obra “Médico a palos”, donde protagonizó un papel en el que representaba a un campesino.
La voz de Santalla también comenzó a escucharse en las radios con pequeños comentarios acerca de las técnicas de la gimnasia en la radio Magallanes y Reina de Chile.
“Siempre me gustó mucho hacer gimnasia en aparatos y hacia comentarios de ese tipo porque conocía mucho de esa disciplina”, dice.
En el año 1960 Santalla retornó a Bolivia y estudió la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad Mayor de San Andrés, además comenzó a realizar programas de radio en la emisora Méndez.
“La actuación en radio fue muy importante para mi. Creo que si una persona puede actuar en la radio lo puede hacer en el teatro”, señala y cuenta que en esa emisora participaba en programas donde le gustaba interpretar a objetos y animales con sonidos y conversaciones.
La primera participación de Santalla en el teatro boliviano fue en la obra "Mi papá es otro" una comedia en la que él solamente era coprotagonista, pero llamaba la atención de todo el público.
De allí en adelante el actor comenzó a destacarse y a crear sus propios papeles.
“Uno de mis grandes impulsores fue el actor e investigador Fernando Cassis que me decía, eres el único actor que me hace reír”, relata.
PERSONAJES Hasta la fecha Santalla ha creado cerca de 50 personajes y 20 obras teatrales.
Señala que cada uno de sus personajes surge de la vida cotidiana.
Uno de ellos y quizás el más conocido es el de la cholita Salustiana, “La imilla”
El papel fue creado cuando Santalla intentaba enseñarle a actuar a su empleada.
“Este es un papel que surgió de una manera improvisada, pero con él se pudo reflejar a la sociedad la manera en la que eran tratadas las empleadas”, comenta.
Otros papeles como el de El Toribio que es un hombre que trata de salir adelante en la sociedad y Doña Fufurufa que es una mujer adulta y soltera, se han destacado en sus distintas obras.
EN CASA Santalla nació en La Paz y es un hombre muy hogareño. Si no está escribiendo guiones para sus obras de teatro, realiza sus rutinas de gimnasia en aparatos.
Luego de cuatro matrimonios, Santalla optó por quedarse soltero.
El actor es padre de tres varones y una mujer y actualmente vive en la ciudad de La Paz con su hijo de 27 años Yungaro Jovani David a quien también le gusta el mundo artístico, pues se dedica al baile.
Santalla reconoce que en su tiempo libre una de las cosas que le gusta hacer es cocinar.
“Mi sueño es que en Bolivia se instale una universidad para artistas”
El gran sueño de David Santalla Barrientos es que en Bolivia se pueda abrir una universidad para artistas de todos los rubros.
El actor que ha intentado enseñar teatro a niños y jóvenes en la Escuela Superior de Artes Escénicas, y que tropezó con varios obstáculos de orden administrativo y de espacio para continuar este trabajo, señaló que en el país no existe apoyo para la industria artística y cultural.
“No podemos conformarnos con ser mediocres, en Bolivia se han hecho canchas deportivas en todas partes y eso está bien, pero no se ha hecho ni un teatro”, señaló.
Manifestó que en nuestro país solamente existen adaptaciones de salas donde no se pueden montar escenarios adecuados para obras teatrales.
“Lastimosamente en el país no hay políticas culturales claras y si se está trabajando una ley, debíamos participar los artistas”, dice Santalla quien también forma parte de la Asociación Boliviana de Actores.
El artista que ha salido de Bolivia llevando sus obras a varios países de Latinoamérica y Estados Unidos pidió a las autoridades de Gobierno encarar con seriedad el tema artístico.
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