sábado, 5 de abril de 2014

‘La carga’: ¿Un muerto en la cocina?



La carga, escrita y dirigida por la cochabambina Claudia Eid (se vio en el Teatro de Cámara), es una obra que te deja un sabor agridulce al tener altos y bajos. La pieza tragicómica que se estrenó hace ya unos años en la Llajta aborda los problemas de una pareja, atrapada entre la desesperación por casarse de la mujer, la infidelidad y la rutina desgastante; aderezada con cine porno, muerto en la cocina y galletas.

La pareja protagonizada por Cecilia Michel y Daniel Larrazábal (junto al “policía” Robert Cossío) es irregular, apela al histrionismo con un texto incoherente en la trama y carente de ritmo; cargando las tintas en el cliché y el arquetipo junto a un final poco trabajado e intempestivo.

Por momentos, Michel deja de lado la sobreactuación y se mete en su personaje manipulador; a ratos, Larrazábal logra componer con mayor profundidad los ricos matices de su abogado. Ambos actores son como ese avión que carretea en la pista sin terminar de despegar.

Mi otro pero con La carga (algo común en gran parte de nuestro cine y teatro) es el sexo: las escenas íntimas otra vez transmiten ridiculez y mojigatería.

Ricardo Bajo es periodista.

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