En homenaje al centenario del natalicio del muralista potosino, Miguel Alandia Pantoja, la Alcaldía de La Paz, junto al investigador Carlos Cordero, trasladarán del Cementerio General al Museo de la Revolución Nacional los restos de este reconocido artista el próximo 27 de marzo.
Para esa ocasión se programó una exposición y ceremonia especial a partir de las 18:00 horas y a las 19:00 ingresarán las cenizas a este repositorio, donde se encuentra parte importante de las obras de Alandia Pantoja, que pretendieron ser destruidas por el exdictador Luis García Mesa, pero fueron hábilmente protegidas.
"La iniciativa parte del oficial de Espacios Culturales Municipales, que se encarga de los museos, teatros y bibliotecas, y de Carlos Cordero, que es el procurador de la muestra muralista, custodio del Museo de la Revolución, hombre de mucha sensibilidad que se preocupó por contactar a los familiares para llevar los restos olvidados de Pantoja al lugar donde están los cuadros de este artista", informó a la ANF el oficial mayor de Culturas de la Alcaldía, Fernando Lozada.
El museo se encuentra ubicado en el centro de la plaza Villarroel de la zona de Miraflores de la ciudad de La Paz, cuenta con dos plantas y es precisamente en la parte alta donde están cuatro murales referidos a la revolución nacional, elaborados tanto por Alandia Pantoja como también por el artista Walter Solón Romero.
Los muralistas Solón y Alandia Pantoja fueron contratados por los gobiernos de la revolución nacional para que sus pinceles retrataran la ideología y los cambios que vivía entonces el país, es por ello que se decidió trasladar las cenizas del artista a un lugar especial dentro del museo, el mismo que posee un mausoleo en su interior.
Entre otros datos, Lozada aseguró que el artista plasmó muchas obras de carácter social, de las mayorías campesinas, del proletariado minero y de las luchas revolucionarias para mejorar las condiciones de vida de los bolivianos y que, sin embargo, también posee obras en otros países como Argentina.
Alandia Pantoja falleció en 1975 en Lima, Perú, y era excombatiente de la Guerra del Chaco, en la que se enfrentaron Bolivia y Paraguay en el siglo XX.
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