miércoles, 7 de marzo de 2012

Monika Beata -- Bailarina de danza árabe Las 'mil y una danzas' de Leyla

Su nombre de pila es Beata Monika Kowalska, pero en el mundo artístico es más conocida como Leyla, la rubia que mueve las caderas al estilo árabe. Es polaca de nacimiento, llegó a la ciudad en octubre del 2006, acompañando a su esposo, el boliviano Marco Antonio Bravo, es madre de dos hijos Sebastián (22) y María Victoria (17). Leyla cuenta que ella trabaja en familia, ya que su hijo mayor le ayuda con el sonido a la hora de dar su show y su hija es bailarina y alumna de su academia de baile árabe.

Pero no todo es danza en la vida de Leyla, ella también ha incursionado en la comida, ya que tiene un restaurante donde ella misma prepara las exquisitas comidas.

¿Cómo se animó a venir a Bolivia?
Mi esposo me convenció y me dijo que en Bolivia las cosas estaban cambiando, que había futuro y que era el momento adecuado para volver a su patria. Luego de estudiar nos decidimos a venir a vivir a Santa Cruz.

¿Qué le parece Santa Cruz?
Yo siempre digo que Bolivia es un paraíso y que todos los cruceños son afortunados porque tienen luz, agua, teléfono, todos los servicios. Lo principal es que tiene sol y mucha vegetación, algunos no valoran estas pequeñas cosas, pero si yo les contara cómo es la vida en Europa... aquí es mucho más tranquila y agradable.

¿Qué significa su nombre?
Leyla es un nombre árabe que significa noche, está es la parte de la primera canción que bailan las alumnas Alf Leyla Wa Leyla, que significa "Las mil y una noches".

¿Alguna vez sintió racismo?
Los cruceños son muy amables y hospitalarios, yo nunca sentí racismo jamás. Al revés, yo me siento muy a gusto, porque me respetan y me aprobaron. Esto me sorprendió porque yo no soy de su raza y me trataron bien, con respeto y cariño.

¿Valió la pena venirse a Santa Cruz?
Claro que sí, porque es una experiencia muy linda, ya que la mentalidad de los latinos es diferente a los europeos y hay muchas cosas para hacer aquí. A mí me da gusto poder ayudarlos, hacerles cosas nuevas, porque ahora ya estoy impartiendo clases de yoga ruso y clases de polaco, a todos los que quieran aprender.

¿De dónde nace el gusto por la danza árabe?

Estuve en la India y en los hoteles dan show de danza árabe, esa es la máxima diversión, desde ahí me nació el gusto por lo artístico.

¿Por qué cree que al cruceño le gusta su estilo de danza?
Yo creo que sí porque tengo muchas alumnas y tengo el apoyo de sus madres y abuelas. Para contarle, este sábado me invitaron para que amenice a su jefe. La danza árabe es femenina, elegante e impactante. Yo siempre trato de ser profesional en todos mis eventos, elegante y profesional es mi lema, yo no dejo a medias, es 100% bien, porque cada elemento influye en el show, desde las miradas hasta el baile.

¿Quiénes la invitan para amenizar una fiesta?
Por lo general lo hacen las señoras, ellas me llaman para que vaya a su fiesta o para que baile a su papá o a los tíos.

¿Qué proyectos se le vienen a futuro?
Vamos a presentar un show de "Las mil y una noches", con teatro, canto y música. Nos acompañará un músico ecuatoriano.

¿Qué clase de comida prepara en su restaurante?
Preparo almuerzo saludable, rápido y light, esto para cuidar la figura. Yo digo que somos lo que comemos.

¿Cómo cuida su figura?
Son varias formas para mantenerse en forma, es la mezcla de comida, movimiento y buen genio.

'Los cruceños son amables y hospitalarios, jamás sentí racismo y discriminación por ser polaca'.


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