El parque estará dividido en cuatro áreas, en el primer sector estarán dinosaurios como el tiranosaurio de un largo de 13 metros por 5 de alto, un estegosaurio de 9 metros de largo, un triseratops de 8 metros de largo por 3 de alto y un velociraptor de 3 metros de largo por un metro de alto. Las esculturas serán construidas a escala real, según informó el arquitecto Winder Quiroga, responsable del proyecto.
La segunda sección tendrá un parvulario con capacidad para 50 niños de uno y cinco años. El tercer sector será escenario de juegos terrestres y aéreos, como resbalines desde los árboles y puentes colgantes. En una cuarta área habrá piscinas recreativas con toboganes, “porque la idea es recrear el tiempo pasado” manifestó el arquitecto Limbert Céspedes, director de Planificación de Sacaba.
La obra forma parte del circuito de recreación del municipio, ubicado a 10 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, a orillas del río de Huayllani. Cada etapa tiene una inversión de un millón de bolivianos.
El arquitecto Quiroga explicó que el trabajo de la primera etapa inició en noviembre y culminará el 12 de abril con la entrega del enmallado perimetral y el pterodáctilo. Luego se procederá a la construcción del parvulario, los otros dinosaurios y las piscinas. Se prevé entregar todo antes de Navidad.
“El parque más grande de Sacaba está a la entrada de la plaza y tiene menos de 10 juegos”, “para ir a pasear con nuestros hijos tenemos que ir hasta la ciudad o a Quillacollo”, comentaron los vecinos de la zona.
El parque será construido en una superficie de 7.869 metros cuadrados. El lugar promete ser un atractivo turístico de Sacaba y del departamento. El escultor Juan García Guzmán es quien da vida con arcilla al pterodáctilo y a los cuatro dinosaurios, con ayuda de 15 obreros.
“Los dinosaurios se apoderan de Sacaba”, ya comentan entre risas, los estudiantes de un colegio cerca al parque temático al ver al primer pterodáctilo.
El último hallazgo de fósiles en Sacaba ocurrió en noviembre de 2012, cuando un niño descubrió los restos de un gliptodonte, considerado un antecesor del armadillo, en un río.
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