El arte tiene que decir algo”, éste es el concepto fundamental cuando se elaboran stickers.
Provocativa, irónica y divertida es esta expresión que con el tiempo se apropió de los espacios públicos.
Actualmente, en La Paz se realiza un taller que enseña esta forma de arte urbano.
El sticker, conocido también como calcomanía, es un soporte de texto o bien imágenes impresas o serigrafiadas sobre una lámina o papel , en cuya parte posterior se coloca una capa de adhesivo.
El Taller/workshop Sticker Art tiene como objetivo enseñar las diferentes técnicas -empapelado y adhesivo- como un arte transmitido en las calles capaz de difundir un mensaje en forma muy efectiva y poderosa.
Estas técnicas, sin duda, exploran elementos visuales que juegan un rol importante para provocar una mirada divertida o autocrítica de la sociedad contemporánea.
El taller y la expresión
El taller se lleva a cabo desde ayer en el espacio IMA (https://www.facebook.com/espacio.ima), avenida 20 de Octubre, a la altura de la plaza Abaroa, y tendrá una duración de dos semanas intensivas de trabajo.
"Desde hace algunos años, dentro del arte urbano han ido cobrando importancia técnicas como el empapelado o el sticker. Éstas son las formas más rápidas, efectivas y con mayor llegada a la hora de transmitir un mensaje”, manifiesta el encargado de impartir el taller, Julián Morales.
El taller en cuestión incluye todo el material que se utilizará y se enseñarán diferentes técnicas para plasmar diseños en papel con y sin adhesivo.
Además de la ilustración, se enseñará a trasladar bocetos a diseño final y digital, tanto como alternativas para su impresión.
Lo que se pretende, según explica, es que los participantes desarrollen su propio estilo de diseño bajo un precepto principal: generar un impacto.
"Hacer escuchar la voz”
Para Julián Morales, de 21 años, el sticker es una forma de hacer escuchar su voz a través de una técnica de alto impacto visual y calidad gráfica.
Su trabajo no sólo ha ganado terreno en La Paz. Sus diseños fueron seleccionados para ser publicados en uno de los libros más importantes de este arte llamado Sticker Bomb, impulsado por una de las personalidades destacadas en este ámbito, Ryo Sanada.
Una de las temáticas recurrentes de Morales es la paceñidad, plasmada en micros coloridos, calaveras con ch’ullus y frases satíricas. Es lo que define como una crítica alegre y desenfadada al boliviano de occidente.
Su trabajo también incluye temáticas de música electrónica y el skateboard, deporte en patineta.
Hay muchas tendencias dentro del mundo del sticker, según explica, tanto de diseño como en la forma en la que se comunican los mensajes.
Sin embargo, únicamente se cuenta con una imagen traducida en una oportunidad de impacto.
Las imágenes pueden ser humorísticas, provocativas, extravagantes y violentas. Aquí, el límite es la imaginación.
Morales se dedica a diferentes áreas del arte digital desde muy joven, como el "mapping”, una técnica que consiste en crear imágenes o videos que se proyectan sobre objetos tridimensionales como construcciones arquitectónicas.
De hecho, elabora stickers hace alrededor de siete años y actualmente estudia diseño gráfico, además de marketing y publicidad.
Su espacio, sus efectos personales y los de sus amigos quedaron pequeños para sus diseños, que se convirtieron en una forma de arte como sucede en diferentes países del mundo.
La controversia y el medio
Para el coordinador general del Espacio IMA, Bernardo Resnikowski, el taller está orientado a la expresión que se realiza en las calles. "Decir cosas políticas, en contra o a favor de alguna cosa, o poner una imagen linda y reaccionar ante ello es un poco pelearle al medio publicitario y crear un equilibrio con el arte”.
Sin embargo, las quejas por grafitis y afiches en fachadas de propiedades privadas son frecuentes en La Paz.
A modo de respuesta, Morales manifiesta que cree que la calle es un espacio de expresión.
"El arte en las calles siempre ha tenido ese problema que puede rozar con lo legal y no legal. Yo busco adornar o mejorar lugares y creo que en el caso del sticker no se ven acciones o intervenciones que yo considere que sean malintencionadas”, afirma.
De este modo, ya sea con calaveras y palabras, los creadores de stickers promueven un cambio estético capaz de decir algo.
Coordenadas
Lugar El taller/Workshop Sticker Art se imparte desde ayer y durará dos semanas en el Espacio Creativo IMA, avenida 20 de Octubre, a la altura de la plaza Abaroa, a partir de las 16:00.
Costo El costo del taller es de 100 bolivianos, incluye todo el material, y el cupo es de 15 personas. Debido a la buena aceptación del taller, se abrirán más fechas para hacer nuevas versiones.
Punto de Vista
Alejandro Archondo Artista plástico
"Me parece que es algo fantástico, porque es una línea con la que me siento identificado en sentido de que el arte salga a las calles, pero que no lo haga desde un punto de vista precario.
Así, me parece maravilloso que se generen nuevas técnicas de apropiación de las paredes.
Por ejemplo, es rescatable que algunas personas no estén molestas porque una persona les ha rayado sus paredes con tag, o símbolo ininteligible. Ésta es una alternativa a la publicidad y papelería tan agresiva a la vista.
"Por un lado, se rompe esa línea de aspirar a un sistema o circuito que son las galerías, que no digo que sean malas, pero que algunas veces se restringen a determinados conceptos estéticos preestablecidos.
"En un inicio, estos personajes en su mayoría eran anónimos en donde la obra primaba.
Eso me parece maravilloso porque creo que el arte se ha alejado mucho del público.
Ojalá el Estado se dé cuenta de que son propuestas innovadoras y propositivas, que son una propuesta que provoca para que el arte transmita algo”.
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