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Con el respaldo del Banco Mundial, la Orquesta Sinfónica Nacional y el colectivo Ra Beat abrieron, el miércoles en La Paz, la senda de un nuevo género musical caracterizado por modular -en una sola obra- lo clásico, electrónico y autóctono, tras un espectáculo exitoso y sin precedentes en el auditorio del Banco Central de Bolivia (BCB), donde más de 800 personas de distintas generaciones aplaudieron maravilladas el evento sonoro/visual/tridimensional.
Faris Hadad – Zervos, Representante Residente del Banco Mundial en Bolivia, calificó de “una creación artística boliviana excelente” al concierto protagonizado por la Sinfónica y Ra Beat denominado Ambivalencias. “Tenemos dos planes a futuro: entre ellos, hacer Ambivalencias 2 con la Sinfónica y música metal, crear otro evento singular, porque la obra inédita ha sido muy exitosa”, expresó. Los auspiciadores y organizadores de Ambivalencias no fijaron aún una fecha para replicar el concierto.
“Con este desafío sonoro/visual, hemos comenzado a sacarle el jugo al extraordinario talento boliviano”, dijo el diplomático que radica en el país desde hace dos años e insistió que ha sido una nueva experiencia, lograda debido a la personalidad y la apertura intelectual de los directores de la Orquesta Sinfónica y de Ra Beat, quienes aceptaron el desafío de experimentar con esta nueva corriente musical.
“Cuando Beethoven (1770 – 1827) comenzó a hacer música clásica, alguna gente se disgustaba porque este gran compositor mezclaba elementos musicales, lo que era algo fuera de lo normal. Imaginémonos, lo que hoy hicieron la Sinfónica y Ra Beat, en unos años más, será algo común”, aseguró.
Desarrollo, arte y cultura
Hadad-Zervos explicó que para el Banco Mundial, el apoyo al arte y a la cultura es también cuestión de desarrollo. “La plata o la donación son insuficientes; nuestro trabajo tiene que ver también con el desarrollo humano. En mi región (Medio Oriente) decimos que para conocer la riqueza del país, no hay que ver solamente su dinero, sino cómo tratan a sus artistas, poetas y animales. El desarrollo tiene también mucho que ver con la creatividad y el talento de la juventud, con la capacidad de realizar sus sueños”.
“La fusión de lo clásico con los estilos modernos y folclóricos demuestran que la creatividad no tiene límites y que sólo es necesario soñar para que algo se haga realidad”, afirmó por su parte el cónsul de Gran Bretaña, Chriss Wall al señalar que su país tiene una rica trayectoria, que pasa desde la música clásica, el rock, el pop, la electrónica y muchos otros géneros.
En tanto, Flavio Machicado, presidente de la Fundación Centro Sinfónico Nacional valoró la primera versión de Ambivalencias como “algo distinto en el que se expresaron experiencias extraordinarias de sus protagonistas”. En su criterio, con este tipo de música, se están conquistando nuevos públicos: de jóvenes y adultos; unos amantes de lo clásico y otros de lo electrónico y autóctono.
Vivian Fernández, representante del espacio cultural alternativo El Bunker, afirmó que el concierto superó las expectativas. “Los que lograron ingresar salieron fascinados; pero fue una pena que el recinto no tenga la capacidad para albergar a otros que se quedaron fuera”, dijo al estimar en más de 800 los espectadores que acudieron al evento.
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