Rocío y Soledad están envueltas en aguayos; temáticas andinas y las ciudades y lo que ocurre en ellas son parte de la exposición Luz y Color, que se inauguró la pasada semana en el Museo Arte Plaza, a cargo de los artistas Osvaldo Figueroa y Marcelo Bascopé.
"Los colores, la simbología y textura del aguayo son parte de las 12 obras que se combinan con la figura humana”, explica Bascopé, quien nació en Oruro y estudió Bellas Artes en la Escuela Superior de Artes Plásticas, en Cochabamba, y en el Centro Cultural Los Talleres en México.
Este artista se centra en los colores que dominan el mundo andino, con las figuras de cóndores, llamas, alpacas, la luna y el sol, que marcan tonalidades del contexto boliviano.
Gracias a esta temática, sus obras han sido expuestas y vendidas en el extranjero desde hace varios años.
El deseo de explorar y mostrar parte de la cultura boliviana a través del pincel le ha motivado ha trabajar con las alternativas que brinda este tejido tan característico de los Andes.
Su pasión por el dibujo y el color ha hecho que Bascopé se dedique a la pintura y en esta serie, además, existen obras que incluyen desnudos.
Pinceladas delicadas en cuerpos humanos femeninos, desnudos y ornamentados, se muestran en su plenitud de pureza, fuerza, y sentimiento. Ése es, según el orureño, el sentido de la obra.
Las protagonistas de los cuadros llevan nombres como Rocío y Soledad, y son parte fundamental de su continua exploración por las formas.
El linchamiento
Por su parte, Figueroa muestra en sus pinturas un marcado estilo impresionista con ciudades y situaciones que suceden en las urbes bolivianas.
Osvaldo Figueroa nació en Cochabamba y gracias a su trabajo ha estado en varios países de Europa y también en Estados Unidos.
A los 13 años obtuvo una medalla de oro en el premio nacional de pintura.
Alejándose del realismo, busca reflejar el momento de luz, más allá de las formas definidas.
Una de las obras que expone titula El linchamiento del Pecas, que ha ganado la primera mención en el concurso 14 de Septiembre, que se lleva a cabo en la ciudad de Cochabamba.
"El tema de los linchamientos, que está tan presente, desafortunadamente, en nuestra sociedad, es el motivo de este cuadro. En la obra se ve a una banda de música que está tocando en una calle mientras sus integrantes pisan un charco de sangre”, explica Figueroa.
Con un trazo veloz y confiado -según cuenta-, algunas de sus piezas dejan de lado el hiperrealismo. Sin embargo, la exposición incluye otras obras de su autoría que exploran el estilo expresionista.
Bajo ese estilo ha pintado a La Paz y otras ciudades de Bolivia o se ha inspirado en ellas para crear obras como Ciudad montaña.
La exposición Luz y Color estará a disposición del público paceño durante dos semanas, en el Museo Arte Plaza, ubicado en El Prado.
La exposición se cerrará después de su presencia en la sede de gobierno y ambos artistas retornarán a Cochabamba.
Para 2014, ambos, por separado, tienen el objetivo de exponer sus obras en el exterior.
Luz y Color muestra una gama de temas que forman parte de la cotidianidad de Bolivia, sus habitantes y las situaciones que crean o viven, pero al mismo tiempo tiene obras que evocan una faceta menos realista y pasa a mostrar las formas del cuerpo para transmitir su fuerza y esencia.
"Los colores, la simbología y textura del aguayo son parte de las obras que se combinan con la figura humana”.
Marcelo Bascopé, artista plástico
"En El linchamiento del Pecas se ve a una banda de música que está tocando (...) mientras sus integrantes pisan un charco de sangre”.
Osvaldo Figueroa, artista plástico
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