La variedad de propuestas escénicas frente a la falta de público son las dos caras de la moneda identificadas por expertos a la hora de evaluar el Festival Internacional de Teatro de La Paz (FITAZ), que concluyó ayer.
Dos críticos y dos directores de teatro identificaron los aspectos buenos y malos del FITAZ, luego de 11 días de la puesta en escena de más 26 propuestas de elencos nacionales y 12 de países invitados de América Latina y Europa.
"Uno de los aspectos positivos del FITAZ fue la pluralidad y la variedad de propuestas escénicas. Es decir, en monólogos, obras con grupos numerosos, interesantes propuestas estéticas y temáticas”, sostuvo Carlos Cordero, crítico de teatro.
Para Omar Rocha, crítico y director de la Escuela de Espectadores, otro de los aspectos destacados del FITAZ fue el incremento de las presentaciones de obras nacionales.
"Se ha tenido mucha oferta nacional y ésa es una señal de que el teatro nacional va creciendo. Es importante destacar que este encuentro de alguna manera representa un incentivo para los elencos más jóvenes”, dijo Rocha.
Con una mirada casi similar, Diego Aramburo, director de teatro, aseguró que uno de los aspectos positivos del festival fue que los artistas nacionales fueron los protagonistas. "Se observaron obras interesantes y propuestas más atractivas, tal es el caso de la megaobra Excepciones, de Eduardo Calla”, comentó.
Mientras que para la directora de teatro Claudia Andrade lo más positivo del FITAZ fue que este año llegó a Tarija y de hoy en adelante apunta a estar en más ciudades del país.
Pero ¿cuáles fueron los aspectos negativos que quitaron brillo al FITAZ? Rocha sostuvo que la principal falencia fue la falta de público. "Fue lamentable, en varios espectáculos las butacas estaban vacías”, comentó.
Cordero explicó, por su parte, que otro punto débil del festival fue el horario de las presentaciones de las obras. "Mucha gente esperaba asistir a más de dos propuestas escénicas por día, pero a veces las obras no empezaban a la hora fijada y en algunos casos los escenarios estaban muy alejados, como del Municipal (centro) al Teatro Nuna (zona Sur)”.
Mientras que para Aramburo el punto flaco del FITAZ fue la falta de programadores internacionales. "Es vital contar con expertos, ya que su participación ayuda a que los elencos nacionales sean invitados a otros escenarios del exterior”, comentó.
Finalmente, los expertos coinciden en que otra debilidad fue la falta de difusión de las obras, pues varios artistas se encargaban de promocionar sus obras.
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