Alguien que tiene la clave de algo. Como que ha descubierto algo con su arte. Algo que no es accesible a los demás mortales”. Así recuerda el actor David Mondacca al pintor Raúl Lara, tras casi cinco años de su muerte y a pocas semanas de estrenar una obra de teatro basada en su vida.
Fiesta, música, color, amor y Van Gogh darán vida a la historia de la obra, que "buscará que el espectador se zambulla en un sueño”, adelanta Mondacca.
El delirio de Lara es el título de la pieza teatral que, bajo la dirección de Claudia Andrade, se presentará el 24 abril en la décima versión del Festival Internacional de Teatro de La Paz (FITAZ).
El texto, escrito por Mondacca se basó en libros de críticos sobre el trabajo del artista orureño fallecido en 2011.
Según Modacca, casi todos los textos escritos por intelectuales como Alfonso Gumucio, Teresa Gisbert, Luis Ramiro Beltrán, Juan Carlos Calderón, Margarita Vila y Carlos Mesa llevaron a entender la representación de Lara y su universo.
Mientras que para exponer los aspectos más personales del artista se optó por la intuición. "¿Cómo debe ser en su cotidiano alguien que pinta de esa manera?”, analiza Mondacca, quien se apoya en la comparación hecha por Juan Carlos Calderón al afirmar que Lara "parecía un buda”.
"El año 2004 coincidimos en Sucre. Él presentaba su exposición sobre Van Gogh y me manifestó que, conocedor de mi afición por los personajes intensos, le habría encantado que yo pudiera ser Van Gogh, cosa que me sedujo”, recuerda el actor sobre el primer encuentro que tuvo con el pintor.
El tiempo pasó, Lara enfermó y fue imposible volver a reunirse. Después de su fallecimiento, en agosto de 2011, Mondacca y Andrade se acercaron a Lidia de Lara, sus hijos y a Gustavo, su hermano.
"A partir de ahí se gestó la idea de hacer algo sobre un personaje que nos representa. Uno de esos héroes que tenemos en el país”, dijo el destacado intérprete del mundo de Jaime Sáenz.
Es así que el surgimiento, el inicio de su trabajo, su carrera, la cosecha del éxito que tuvo en el exterior, el reconocimiento en Bolivia, y la sensibilidad que caracterizaba a Raúl Lara por lo nacional sirvió como material para nutrir la obra.
Para El delirio de Lara, Andrade plantea una puesta en escena pensada de forma multidiciplinaria. Habrá mapping, cuadros en vivo, proyecciones, utilería, muñecos, máscaras y otros. Todos estos elementos crearán una fusión de arte, en la que el texto pasará a ser un elemento más, no así lo esencial.
Andrade informó que para la fase de investigación y escritura del texto contaron con el apoyo del Ministerio de Culturas y Solidar Suiza (Cooperación Suiza). Gracias a ellos se podrá llevar la obra a Oruro, por ser el lugar de nacimiento del pintor, y a Cochabamba, donde pasó los últimos años de su vida, y de gran cariño para él. No por nada sus restos fueron esparcidos en el cerro Tunari.
"Para más adelante tenemos una invitación para ir a Jujuy, donde él vivió durante 20 años y ojalá de ahí podamos hacer una extensión a Buenos Aires”, explicó la directora.
Miguel Ángel Terceros, Jhazel Vargas, Rodrigo Ayo, Miguel Ángel Mamani y Luis Elías Zamorano serán algunos de los integrantes de Mondacca Teatro que acompañarán la representación.
"Me imagino un delirio con todo lo que uno ha hecho, y tanto todos los personajes que tuvieron que ver con su vida y su acción”, dice Mondacca respecto al título de la pieza, en la que también se resaltan las etapas de la carrera artística de Lara.
La obra no pretende hacer una visión crítica de Raúl, sino más bien mostrar el carácter humano y sensible del artista que tiene una sed insaciable por trasuntar su realidad para plasmarla, en este caso, en su pintura.
"Creo que él no ha muerto”, concluye Mondacca. Y justamente, busca demostrar eso con la pieza teatral.
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