Una velada musical de lujo se vivió en el patio del Círculo de la Unión, donde la pianista rusa Anastassia Tsizova ofreció un singular concierto, durante una presentación única en nuestra ciudad.
La actuación se abrió con la Sonata Op.109, en la que la afamada artista se lució con las características notables de la melodía, que al igual que el Op 110 y 111 presenta estructuras armónicas ricas, contrapuntos intrincados, la adherencia estricta a las formas clásicas, despertando el entusiasmo del público que gusta del género clásico.
El programa incluyó también las obras de Sergei Rachmaninoff con Dos Preludes: Op. 23 No. 4 y 5, y Claude Debussy con L´isle joyeuse (La isla alegre), esta última pieza compuesta por el intérprete francés en 1904, basándose en un cuadro del pintor francés Jean-Antoine Watteau: L’embarquement pour Cythère, pintado a inicios del siglo XVIII. En el lienzo plasmó a numerosos aristócratas en actitud gozosa, en un ambiente en el que reinan el amor y el erotismo. Debussy refleja en los compases de la obra la felicidad del momento y el movimiento del agua, en constante inquietud.
Fue un verdadero deleite para los oídos.
Al final de la actuación, los invitados premiaron con una cerrada ovación a Anastassia, quien -según la crítica- se ca-racteriza por su modo ideal, guiador y delicado de tocar el piano.
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