Una camada de jóvenes artistas contemporáneos aspira a ganar visibilidad para sus creaciones, ocupando circuitos formales de exhibición artística, como las galerías, pero sin abandonar sus reductos más alternativos y naturales, como la calle
La exposición “Esto no es arte”, inaugurada el último martes en el Centro Simón I. Patiño, reúne a nueve de estos artistas que, sin ser tan nuevos, comparten, además de un rango etáreo, prácticas, estilos y preocupaciones que buscan dialogar y renovar la escena artística cochabambina y nacional
El título de la muestra, afirma su curador, Renato De Marchi (26), alude precisamente a la doble negación que suelen enfrentar los artistas reunidos. Por un lado, sus obras suelen ser negadas por ajustarse al arte contemporáneo y, por otro, por manifestarse en circuitos alternativos, como las calles o las fiestas electrónicas.
ARTISTAS Massiel Torrico (30), también conocida como Mashenk, es una de las creadoras que hace parte de “Esto no es arte”. Participa con la performance “Huellas”, en la que, sobre una proyección de palabras alusivas a la violencia, interactúa también de forma violenta con un muñeco, asestando golpes, gritando y llorando
Torrico cuenta que “Huellas” es una performance que se remonta a 2009. Inicialmente fue montada de forma grupal, pero ha ido mutando hasta convertirse en una acción casi unipersonal, que conceptualmente ha adquirido resonancias muy actuales, por su representación de la violencia de género
La creadora apunta que ya lleva como 10 años haciendo performance urbana (en la calle), pero aclara que también ha expuesto en galerías, aunque pinturas de estilo más clásico.
Ingresar a la sala de exposiciones del Centro Patiño, una de las más prestigiosas de Cochabamba, le ha abierto una gran oportunidad para “transgredir y sacar a las personas de su estado de confort”, cualidades que atribuye al arte contemporáneo. Cree que, ya sea en la calle o en una galería, la importancia de su propuesta pasa por “provocar sentimientos y sensaciones”
Como Torrico, Huankele Rococo (24) es un joven artista que expone por primera vez en el espacio expositivo del Palacio Portales. Interviene con una obra típicamente callejera, un graffiti para el que ha combinado la técnica de este arte urbano con la del pincel
Dedicado a pintar graffitis hace cinco años, Rococo preparó para la exposición una obra de impronta anime (historieta japonesa), para cuya confección, asevera, tuvo algo más tiempo y tranquilidad que los que suele tener en las calles. Algo que le resulta también novedoso de la experiencia de exponer en galería es la posibilidad de llegar a un público diferente al que se enfrenta a sus graffitis callejeros
Mexicano con estudios de arte en Venecia (Italia), Óscar Isaías Contreras vive hace unos cinco meses en Cochabamba y se ha ganado un espacio en “Esto no es arte”, con una instalación que recrea su estudio de pintura y muestra sus lienzos y un video digital de su proceso de creación. Con la distancia que le ofrece la extranjería, dice haber encontrado en Cochabamba un “fermento” creativo muy estimulante, en el que los artistas jóvenes tienen mucho que producir y decir.
Apuntes
Exposición
Diego Martínez, DIE77, Gustavo Rojas, Huankele Rococo, Masiel Torrico, Nona Martínez, Óscar Isaías Contreras, Paola Terán
y Camila García son los nueve artistas que participan con ocho obras en la exposición “Esto no es arte”, que permanecerá abierta, en el centro de exposiciones del Centro Simón I. Patiño (calle Potosí casi Portales) hasta el 20 de marzo. En la muestra hay performance, pintura, instalación, graffiti y fotografía, video y mapping, principalmente.
Contemporáneo
La muestra, curada por Renato De Marchi, busca ofrecer una mirada innovadora en el arte contemporáneo boliviano y abrir el panorama cultural cochabambino. En ella convergen “nuevos paradigmas estéticos, técnicas innovadoras y temáticas poco tradicionales”, afirma su texto de presentación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario