lunes, 22 de febrero de 2016

El mural, su conservación y su significado, en un conversatorio



La evolución del mural boliviano y las actuales políticas para conservarlo centrarán las tres conferencias que el Centro Cultural de España en La Paz (CCELP, Camacho, entre Loayza y Bueno) ofrece el miércoles a las 18.30.

Con ésta, el CCELP ha organizado ya 14 ediciones del encuentro Café y Marraqueta, un espacio de reflexión sobre el patrimonio cultural paceño y boliviano. La de esta semana se titula Los muros hablan: Patrimonio mural del siglo XX en Bolivia, y analizará el pasado y la actualidad del arte del muralismo con tres conferencias.

El antropólogo y artista Édgar Arandia hará un recorrido histórico titulado Arte, muralismo y compromiso social en el siglo XX. El conservador del Ministerio de Culturas y Turismo Carlos Rúa tratará sobre el Plan de preservación y revalorización del muralismo contemporáneo, mientras que el arquitecto, artista y conservador Mauricio Bayro disertará sobre Walter Solón Romero, autor del mural Juana Azurduy de Padilla y las guerrillas.

El arte del mural ha cambiado mucho en Bolivia y, según Arandia, no para bien. En su conferencia recordará los tiempos de auge de los murales, durante la Revolución de 1952. Entonces se “promocionó a gente como Miguel Alandia Pantoja” para que produjeran un arte “comprometido, que celebraba las conquistas de la revolución”. En cambio, los muralistas “no han acompañado el proceso de cambio actual” y se limitan a unas “creaciones sin la tesis política, de narrativa muy ligera, muy suelta y sin mayor trascendencia”.

Quizás por eso el Estado Plurinacional se ha preocupado por rescatar lo que se hizo en los años 50, y ha catalogado más de 60 murales en todo el país para restaurarlos y preservarlos, según expondrá Rúa en su charla. Uno de estos artistas que se ha recuperado, aunque en realidad nunca estuvo perdido es Walter Solón, un artista multifacético al que Café y Marraqueta recordará como muralista, y al que Arandia describe como un ejemplo de artista: “Era alguien que no solo tenía la técnica para crear, también demostró un profundo compromiso con su sociedad y con su tiempo histórico”.

La calle, sin ideología

Grafiti

La pintura callejera de hoy, más efímera y menos ideologizada que el mural, también será analizada en las conferencias.


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