En esta edición toca a Modesto Vito Chambi, ser el artista de la semana, director de la Orquesta Filarmonica y Coro Universitario de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), quien desde 1986 al recibir su memorándum se fue capacitando constantemente para formar y capacitar a niños, jóvenes y adultos en este hermoso arte como es el de solfeo y técnica bucal además de la ejecución de una diversidad de instrumentos.
Estudió en la Academia musical Enrique Abasto que fue una de las personas que junto a Alaín Charron marcaron su vida como sus maestros para ser lo que es ahora, el director de un grupo de músicos y artistas corales que están considerados como uno de los mejores a nivel nacional.
Recordó que cuando se hizo cargo del coro solo tenía entre 30 a 35 integrantes y actualmente son aproximadamente cien personas las que llevan en alto el nombre de Oruro en certámenes o festivales en los que participan.
Realizó cursos nacionales e internacionales que le sirvieron para capacitar a niños adolescentes, jóvenes y adultos en el coro universitario, además de lograr constituir para orgullo de Oruro, la Orquesta Filarmónica que actualmente es considerada como la tercera a nivel nacional.
Recuerda que Alaín Charron selló su destino como director de orquesta y de coro porque al ser su maestro de colegio, fue quien le llevó a la Sociedad Coral Artística Oruro, bajo la dirección de don Escolástico Rocha con quién se formó y puso en práctica todo el conocimiento teórico que había adquirido.
Para lograr su título de maestro de música estudió en la normal, realizó cursos de actualización, otros a distancia por lo que logró el título como gestor administrativo desde España.
Su mayor sueño es llegar a codearse con los mejores músicos y directores de orquesta filarmónica del mundo, aunque ya se siente orgulloso de que sus pupilos sean considerados como uno de los mejores en Bolivia.
Con sus alumnos tuvieron la oportunidad de viajar a todo lado incluso a la Chiquitanía y vieron que son capaces e incluso de ser mejores que otros, lo que le hace recordar que formó a varias personas que actualmente constituyeron sus propias filarmónicas o grupos orquestales.
Explicó que la orquesta sinfónica debe tener muchos sonidos que debe tener unas bases, por lo menos 16 violines primeros, 16 violines segundos, 12 violas, 8 violonchelos y unos 6 contrabajos, oboes fagots, clarinetes, trombones, con la participación de por lo menos cien personas.
A pesar de los éxitos obtenidos la falta de apoyo económico no permite que puedan asistir a festivales a los que son invitados en el exterior, algo que no desmotiva pero que afecta de alguna manera a los integrantes de la orquesta y del coro.
"Ellos son en realidad los artistas, me entrevistan siempre pero ellos son los que deberían aparecer porque el sacrifico es grande", manifestó recordando a través de publicaciones de periódicos y reconocimientos recibidos por el gran trabajo realizado.
Al finalizar la entrevista nos cuenta que son parte del sistema de orquestas de Latinoamérica, como primera orquesta juvenil nacional de Bolivia y cuando se unen con las orquestas sinfónicas de Tarija y Urubicha constituyen la mejor orquesta filarmónica de Bolivia que emociona a las autoridades cuando les ven actuar.
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