En estos tiempos en los que los bolivianos son parte de un Estado Plurinacional, se podría afirmar que David Santalla Barrientos es un hombre plurifacético. Con un gran talento creativo, a lo largo de su vida ha realizado un sinfín de actividades radiales, teatrales, cinematográficas y, en lo que a deportes se refiere, como natación y gimnasia en aparatos, logró ocupar un sitial importante entre los elegidos. En una ocasión comentaba: “A falta de dramaturgos que escriban comedias, he tenido que hacer mis propios libretos; prácticamente me volví como la aspirina: sirvo para todo”. Precisamente, se desempeñó como director de teatro, actor, empresario, guionista y creador de sus propios personajes. En su repertorio creativo tiene un porcentaje de obras propias y otras que son de autores españoles, pero presentadas en versiones libres, adaptadas a nuestro medio. “A lo largo de mi carrera artística he notado bastante cambio, marcándose diferencia entre el gusto de la gente de esos tiempos pasados y la de hoy”, dice. Como siempre, protesta y reclama por la falta de salas teatrales con módulos espaciales apropiados. “Ello impide la presentación de obras a lo largo y ancho de nuestro país y la adecuada formación de un público crítico y exigente, porque el público también se forma”, menciona. Según Santalla, “conseguir la risa del público mediante recursos baratos no es hacer comedia”. “Yo le llamo comicidio porque matan el concepto de la comedia y se vulgariza el sentido del verdadero teatro popular. Hacer teatro popular no quiere decir burlarse de las costumbres de nuestro pueblo, sino presentar su vivencia, costumbres y modismos, sin menosprecio ni mofa de los sectores humildes. Se puede hacer crítica sana y como siempre he dicho: entre chiste y chiste, se puede decir grandes verdades. Que ir al teatro sea, además de buscar entretenimiento, conseguir una cosecha de enseñanzas edificantes”, asegura. El reconocido actor boliviano también participó en varias películas, como Ratas de América, con Charles Aznavour; Crimen sin olvido, con Jorge Mistral; Volver, película argentino, boliviano venezolana; Chuquiago y Mi socio, que han sido sólo etapas y no una culminación artística. El año 2013 participó en un nuevo largometraje, dirigido por el desaparecido joven director Fernando Martínez y cuyo título es “Cuando los hombres quedan solos”, de contenido muy dramático. “Hacer cine en Bolivia es una aventura costosa y a veces mal comprendida por los acreedores. Creo que se necesita subvención estatal o privada, pero solitos no andamos mucho trecho. Hacer camino y manejar el carro al mismo tiempo es muy difícil”, comenta David.
En espera del estreno de esa nueva película, hoy el maestro del humor y actuación presenta “El matriqui de la imilla”, una comedia dividida en tres actos llenos de fino humor nacional, en el Teatro Municipal “Alberto Saavedra Pérez” el 19, 20, 21 y 22 de junio, en funciones de tanda. La obra muestra los emblemáticos personajes de David Santalla, como la Imilla Salustiana y Don Enredoncio, junto a un elenco de nuevas figuras en el campo del humor, como ser el director y actor Benjo Espejo, en un rol muy cómico, así como también la actriz Melby López, en una nueva faceta de su vida actoral. Cabe destacar la figura joven de la simpatiquísima Tania y la experiencia de James Salazar, quien se constituye en un gran apoyo a la dirección de David. Otro joven actor es Mauricio Viadez, que se perfila como nuevo valor y ni qué decir de Rolando Gutiérrez, quien coordina y llevará la regencia de la comedia esta semana en el Municipal.
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