Faltan pocos días para que se inaugure su exposición Dientes de Oro. Luciano Calderón prefiere aprovechar el largo trayecto desde La Paz hasta su barrio, Nuevos Horizontes, en El Alto, para hablar de su visión colorida y provocadora de la sociedad alteña y paceña, a la hora de hacer sus obras.
Con un fondo musical al ritmo de reguetón, habla de la realidad que lo inspira, la misma que se empieza a observar desde la ventana del minibús.
Luciano Calderón nació en 1986 en Verna, Suiza. Su padre es boliviano y su madre suiza. Durante su adolescencia vivió en ambos países, lo que le permitió tener vivencias diversas, al sentirse propio y extraño a la vez.
Esos recuerdos alimentaron con los años una visión diferente, que influencia sus obras y que le permite ver a paceños y alteños a través de otra mirada, en esa realidad estridente del día a día.
Alrededor de una veintena de sus pinturas serán expuestas, desde el próximo martes, en el espacio creativo IMA, avenida 20 de octubre 2475, plaza Abaroa.
"Trato de abrir una ventana para mostrar como yo veo e interpreto ambas ciudades. Tiene que ver con La Paz y El Alto, la muestra cuenta con el aporte de personas que realizan aerografías y bordados religiosos (...). Lo que quiero es mostrar el arte omnipresente, de estas ciudades, que nadie toma en cuenta”.
El artista y sus raíces
Es diseñador gráfico, pintor, artista callejero y viajero incansable. Dice que si le debe a alguien su vena artística es a su padre. El papel y el bolígrafo fueron sus primeros cómplices para dibujar superhéroes cuando era niño.
En 2007, después de graduarse de la escuela de diseño gráfico en Suecia, decidió regresar a Bolivia. Desde entonces utiliza una gama variada de soportes para plasmar su arte: lona, cartón, madera, metal, tocuyo y sobre ellos marcadores, aerosol, pintura acrílica o látex, entre muchos otros que unidos se convierten en obras con sentido social.
Conoce gran parte de Europa, Asia, Estados Unidos, Sudamérica, habla varios idiomas y ha realizado al menos diez exposiciones en los países que ha visitado.
Caóticas y maravillosas
Tiene los brazos tatuados. Su seriedad inicial revela unos minutos después una personalidad sencilla pero muy segura a la hora de hablar de su oficio.
Al abrir las puertas de su taller, un cuadro con un bus antiguo sale a la vista, lleva los stickers típicos que adornan esos motorizados; al lado, un traje folklórico lleva bordado "Nunca de rodillas”, frase tan característica de El Alto.
"Mírame, pero no me toques”, "Lucifer me puede juzgar”, "chup a lo!”, "Jesús vive”, "salchipapas del terror”, son algunas frases que se observan en sus pinturas.
Muchas son dibujadas o plasmadas por él y otras están impresas en los populares stickers que adornan micros y minibuses.
Las fachadas típicas de ambas ciudades aparecen en sus obras, con decenas de ventanas y recovecos, pintadas en tela de tocuyo.
Las frases, impuestas en forma vertical y horizontal, rompen con la ortografía. El observador se transporta a la Pérez Velasco o la Ceja, lugares que hacen gala de la contaminación visual, la saturación del anuncio por el anuncio que pretende atraer clientela, una realidad que se hace obra en los cuadros de Calderón.
"Es muy fácil interactuar con las cosas que te dan estas ciudades. Donde las personas ven realidad yo veo colores. Hay muchos detalles chiquititos que las personas miran y dicen ‘que chistoso, eso lo veo todos los días, pero nunca pensaría mostrarlo en un cuadro’. Y yo se lo muestro”.
La provocación también se traduce en una aerografía hecha por un colaborador, donde aparece Calderón junto a Osama Bin Laden. De fondo, la tierra aparece en plena explosión y en la parte inferior dice Fuck the world o jódete mundo, en español.
Calderón dice que a la hora de hacer una pieza no lo reflexiona demasiado, prefiere que las personas saquen sus propias conclusiones, aunque reconoce que algunas se ofenden y algunos pueden pensar que es un "estúpido”.
Lo más importante para este artista es ser auténtico y no mentir en sus trabajos. Por ello, siempre podrá defender y explicar su obra. El arte para él no tiene que ser estético según un estándar digerible y potable. Prima siempre su punto de vista de ver a ambas ciudades bellas con sus luces y sombras.
Esa mirada puesta en lo que para paceños o alteños resulta invisible, cotidiana y por qué no, molesta, Calderón la hace evidente, estridente, colorida, caótica y única.
"Quiero demostrar que estamos viviendo en ciudad y un tiempo muy interesantes, que hay que abrir más los ojos para fijarse más en lo que está pasando y no ir a una galería para buscar arte”.
Por la ventana de su taller el atardecer, deja ver los últimos y rojizos rayos de sol que se pierden en los techos de las casas de Nuevos Horizontes, el barrio que, como La Paz y El Alto, lo inspiran.
Datos y detalles
Exposición La muestra Dientes de Oro estará abierta al público desde el 10 de junio, a las 20:00, hasta el 30 de junio en el espacio IMA (https://www.facebook.com/espacio.ima).
Obra Para una mayor información sobre Luciano Calderón se puede visitar su página Web www.lucianocalderon.com y su perfil de Facebook en facebook.com/foreverluciano.
Europa La siguiente exposición de Calderón será en la Galería T ubicada en Dusseldorf, Alemania, el próximo 11 de julio.
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