Trece obras, que según su autor pueden ser catalogadas como impresionistas, muestran el imaginario urbano que Figueroa comenzó a trabajar desde 2004. “No me propuse el tema, simplemente trabajé con la forma y siempre iban apareciendo escenas urbanas, no hubo un proyecto concreto, simplemente fue seguir un impulso inconsciente”, explica el artista, quien además es pedagogo y publicista.
El fundamento teórico de la serie “Arquitexturas” está estrechamente ligado a la obra de dos autores que Figueroa cita para contextualizar su obra: el historiador cochabambino Gustavo Rodríguez con “Vivir separados”, libro trabajado con el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) y Alicia Szmukler con la investigación “Los imaginarios urbanos”. Rodríguez sostiene que la ciudad se ha fragmentado, un fenómeno que se produce “cuando algunos estratos sociales tienen la capacidad de pasar del imaginario moderno-posmoderno a la construcción de sus propias burbujas urbanas, cuya fuerza radica en su capacidad de ignorar el resto urbano”. Mientras que la investigación de Szmukler, hecha en La Paz, plantea la visión de la ciudad a través de los ojos de los artistas.
En sus lienzos, Figueroa resalta la existencia de lo que denomina “no-lugares”, un concepto propio que explica como “el lugar que uno ansía, pero no tiene” y pone como ejemplo la Plaza 14 de Septiembre, un lugar que es como un documento histórico, de trascendencia; pero que no se tiene porque está invadido.
Dentro de esa identificación también está la avenida Pando, un lugar apropiado por jóvenes de élite, pero también por jóvenes de clase media o baja que si bien no tienen status, tienen poder adquisitivo. El cine Center, que es percibido como un sitio sin historia ni identidad, pero que ha sido apropiado por los jóvenes. La avenida Heroínas, ejemplo de la citada fragmentación, es la línea imaginaria que traza la división de la ciudad entre el sur “peligroso y caótico”, y el norte, “donde las cosas parecen ser más oníricas”, señala Figueroa.
En ese contexto, resalta en la muestra la obra “Crimen en calle innominada”, un trabajo de corte post-impresionista que trata de reflejar la violencia y las cicatrices internas y externas que deja la marginalidad como fruto de la pobreza.
El autor resalta también su obra “Lucha en calles y plazas”, que fue inspirada por los enfrentamientos ocurridos el 11 de enero de 2007 y “lo absurdo y abstracto de esa confrontación entre citadinos y campesinos”.
La muestra estará abierta hasta el 11 de junio.
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