Bajo la consigna de que una persona tiene que servir a los demás, Rosa Elena Reyes Ortiz de Trigo cumplió 56 años entregando su conocimiento y su trabajo de voluntariado en Tarija. Esta mujer, que fue la primera profesora de danza en nuestra ciudad, afirma que no le fue nada fácil llevar a cabo su labor de enseñanza.
El gusto que tenía por la música hizo que Rosa Elena Reyes Ortiz de Trigo acepte la invitación de don Víctor Vargas Reyes, ex director Departamental de Educación, para dirigir la sección danzas en la Escuela Nacional de Música. Impartió cursos de danza folklórica y española y ballet clásico por un espacio de 33 años. La danza la tomó inicialmente como un pasatiempo, pues ella estudiaba Teneduría de libros y Secretariado Ejecutivo en la ciudad de La Paz.
“No estudié para profesora, sino estudié Teneduría de libros, pero cuando llegué a Tarija, el entonces director de la Escuela de Música, Víctor Vargas Reyes, me ofreció hacerme cargo de la sección danzas de la Escuela, porque no había danzas aquí, yo he sido la primera”.
La maestra Inició sus estudios de ballet a la edad de 14 años en la ciudad de La Paz. En Tarija no había nadie quien diera clases de danza clásica o de otro tipo.
“Cuando fui a La Paz a estudiar la carrera de Teneduría de Libros y Secretariado Ejecutivo, entré primero a la escuela de una prima hermana mía, Marta Reyes. También estudié la parte clásica en el ballet oficial con Eliana Lenidof. La parte española la he estudiado con Virgilio Asará y Fernando Lucena, quienes eran españoles netos. Ellos me enseñaron la parte española. Pero eso yo lo hice como una afición”
La danza no era una opción profesional para ella. Al aceptar la invitación para dar clases en la Escuela Nacional de Música, no se imaginó que permanecería 33 años impartiendo sus conocimientos en esa área. “Creo que se ha llenado un espacio artístico con esto del ballet”.
EL BALLET ÉPICO-FOLKLÓRICO “EL CAUDILLO MOTO MÉNDEZ”
Uno de sus mayores logros fue el haber puesto en escena el Ballet Épico-Folklórico “EL Caudillo Moto Méndez”, en 1985. La obra le significó muchas horas y siete meses de esfuerzo. El ballet del Moto fue realizado con música folklórica, salvo la entrada de los españoles, que es lo único que tiene arpegios españoles. Para ello se usó la pieza musical “Capricho Español”.
“Me costó mucho hacer el ballet por el hecho de que tuve que hacer el guión, buscar la música, adaptar la vestimenta. No fue fácil, pero creo que ha sido un éxito, porque se ha constituido en un archivo histórico del baile”. Rosa Elena se quedaba hasta las dos de la madrugada escuchando las piezas musicales más acordes para presentar el ballet.
Recuerda que se utilizaron 40 polleras para las bailarinas, además de las mantas. También se tuvo que confeccionar la ropa de los españoles, de los montoneros. “Todo aquello ha sido una erogación de gasto muy grande, porque hubo que hacer las botas, espadas, cuchillos, todo el material escénico, lo que me ha costado bastante”.
El espectáculo nació cuando en Tarija ya se estaba festejando el bicentenario del nacimiento de Eustaquio Méndez. “Me invitaron (los) del Comité, que estaban organizando la celebración, fue muy rápido porque apenas tuve siete meses para hacer todo, ya que debía presentarse en septiembre”.
TARIJA EN SU HISTORIA
Otro logro fue el haber realizado “Tarija en su historia”, en 1977. En la obra se toca la historia del departamento en baile. De este espectáculo sólo quedan algunas fotos. No se lo pudo grabar, pues en esa época aún no había la televisión.
“(‘Tarija en su historia’) también ha sido un ballet que ha durado hora y media, porque se tomó la historia desde la llegada de los Incas, el inca Viracocha, luego la parte de nuestros nativos, desde los Chiriguanos, la llegada de los españoles y Luis de Fuentes, la pelea de los Chiriguanos con los españoles, toda la parte histórica”.
La puesta en escena también significó un desembolso económico muy grande, puesto que se tuvo que confeccionar todos los trajes de la época y también la escenografía. Lo más emotivo de la obra musical es cuando se recuerda el amor de Tarija por Bolivia. La profesora rememora cómo Tarija recién fue reconocida como parte del territorio boliviano en 1830.
En el ballet se hace hincapié “en que hemos tocado las puertas de la Casa de la Libertad y hemos pedido ser bolivianos, por eso no estamos en el Acta de la Independencia. Tarija no aparece en el Acta porque en 1825 no pensaban tomarnos como bolivianos, sólo después de 5 años se nos reconoció como bolivianos”.
PUESTA EN ESCENA DE OBRAS DE BALLET
Durante el tiempo que fue profesora de danza en la Escuela Nacional de Música, Rosa Elena llevó a cabo obras de ballet completas, las cuales fueron: “Las sílfides de Chapín”, “La Cenicienta”, “Coopelia”, “La Gioconda” y “El Príncipe Igor”.
Lo que más le gusto al público tarijeño fue la obra de los “divertiments”, que son danzas de diferente tipo: las árabes, las rusas y la gitana.
También preparó diferentes danzas folklóricas que han sido presentadas tanto en el territorio nacional como en escenarios de Tucumán y Salta, en la República Argentina.
De igual manera se hizo un acto para la graduación de Carmiña Delgadillo de Montero, en 1987, para que ella obtenga el título de bachiller artístico. “Creo que ha sido la única que ha salido con ese título, pero ella tuvo que presentar un espectáculo donde se luciera como protagonista, por lo que actuó once veces”. Delgadillo fue becada por la embajada de España por su gran desenvolvimiento artístico.
Rosa Elena también participó en la película “Amargo Mar” de Antonio Eguino. En el filme se presentó una especie de Rueda Chapaca, pero no con la vestimenta actual, sino con la del siglo XIX. “Yo también actué porque me lo pidieron, despidiendo a las soldados que se van a la guerra del Pacífico”.
Intervino en los dos festivales de la cueca, en 1983 y 1984, en La Paz y Sucre. En la ciudad de Sucre presentó la “Historia rítmica de la cueca”, donde se muestra que la cueca Tarijeña, por tener el ritmo más rápido, es una derivación de la jota y burlería española.
También llevó el ballet del Caudillo Moto Méndez a Salta, para conmemorar el bicentenario del nacimiento de Martín Miguel Juan de Mata Güemes Montero de Goyechea.
ALUMNAS DESTACADAS
“Creo que en los 33 años que he estado en la Escuela de Música, desde que he comenzado, ha habido gente que se ha capacitado muy bien, por lo que ahora son profesoras y profesores”.
Entre esas personas que se capacitaron, Rosa Elena destaca a Cristina Moya, que fue becada en Argentina. “Ha sido una gran bailarina en Tarija”,
La maestra trabajó con Melva Zárate y Martha Galarza, que estuvo con un grupo infantil en el ballet oficial. También con Miriam Leytón y Rosa Mercedes Ameller, que salieron de la Escuela de Música. Cuando se marcharon a Sucre, fueron profesoras en la escuela Simeón Roncal de esa ciudad.
“Carmiña Delgadillo también ha sido profesora, Liliana Flores y muchas otras alumnas que actualmente están en la Escuela Nacional de Música”.
Liliana Flores también fue una alumna destacada de Rosa Elena. “Se ha visto que ella tenía una técnica muy interesante y linda y quedó entre las seis mejores de Bolivia, cuando llegó un profesor desde Estados Unidos para dar un curso en Santa Cruz”.
RECUERDOS SENTIMENTALES DE UNA ENSEÑANZA SACRIFICADA
De esos años de enseñanza, Rosa Elena afirma que sólo le queda un recuerdo sentimental, más cuando le ha sido “muy difícil” enseñar y llevar a cabos espectáculos de danza.
Cuando fue profesora de baile en la Escuela Nacional de Música, no tenían un local propio, por lo que Rosa Elena enseñaba a sus alumnas en los salones de colegios como el Santa Ana, el La Salle, el Liceo Tarija y el Liceo Campero. “Mucho tiempo he estado en el Colegio Nacional San Luis, muy incómoda, porque el salón daba a la calle, algo realmente difícil de poder trabajar con las chicas con todo el mundo pasando por ahí”.
“He prestado mi casa a la Escuela Nacional de Música durante siete años, sin cobrar ni un centavo. Ahí he podido trabajar un poco más cómoda porque he tenido el salón, muy buenas barras, espejos para las chicas. Así he trabajado durante siete años, pero cuando ya me cambié de casa, ya no tuve para prestar el salón. Y otra vez a mendigar salones por todo lado, me ha sido muy difícil”.
También dio cursos de gimnasia y baile para las personas de la tercera edad. “Era muy lindo porque era con ritmo, y no solamente era la gimnasia, sino también con baile: el chachachá, la cumbia, la saya, era una clase muy bonita, porque la gente también realizaba un ejercicio espiritual, se llenaba de música.”
LABOR SIN FINES DE LUCRO
Rosa Elena afirma tener lindos recuerdos. Con sus alumnas viajaron mucho para presentar sus coreografías con el fin de apoyar causas sociales. “Vale la pena hacer notar que nunca he hecho un festival o actuación a beneficio propio, siempre ha sido a beneficio de la Escuela de Música donde trabajaba, alguna vez para la Cruz Roja, para las Vicentinas”.
Se presentó en Cochabamba para apoyar el movimiento familiar cristiano y también en Sucre para ayudar al Hospital Psiquiátrico Gregorio Pacheco. Inclusive presentó espectáculos para apoyar causas en Bermejo y más allá de las fronteras, como Orán, en Argentina.
“Siempre se ha trabajado en beneficio de alguien o de algo, pero no hemos trabajado nunca en beneficio propio”
PLANES A FUTURO
Son muchos los objetivos que aún persigue Rosa Elena de Trigo. Planea sacar un libro de poemas, pues le gusta mucho escribir versos. Otra de sus metas es seguir impulsando la educación en Tarija, dando cursos profesionales en el Instituto Comercial Tarija, el cual es fruto de su labor como profesora. La institución ya cumplió 52 años de vida. En el Instituto cumple una de sus principales porque dejó la enseñanza de la danza. De la misma manera tiene el objetivo de continuar con el voluntariado, que lo realiza ya hace 50 años.
“El trabajo voluntario te llena la vida porque no estamos solos en este mundo, tienes que pensar que te debes a los demás. Entonces, ¿qué se puede dar? Das tu tiempo, tu dinero, tu capacidad, algo tenemos que dar para no quedarnos de brazos cruzados”. Por ese motivo está reorganizando el Banco de Sillas de Ruedas, para que las personas que lo necesitan, puedan contar con una de ellas.
(RECUADRO)
PERFIL
Rosa Elena Reyes Ortiz de Trigo nació un 17de febrero en la ciudad de Tarija, su profesión es Tenedora de Libros y profesora de Danzas (Clásica, Española y Folklórica). Su esposo es Alberto Trigo Baldivieso. Tiene cuatro hijos. Y ya cumplió 56 años de trabajo ininterrumpido.
Entre las diversas actividades que esta mujer realizó durante toda su vida, destacamos los siguientes, que sólo son una pequeña muestra de su obra.
- En 1955 fundó el Instituto Comercial Tarija de profesionalización comercial y también la Sección de Danzas de la Escuela Nacional de Música de Tarija, donde fue profesora hasta 1988.
- Entre 1977 y 1979 fue presidenta de la Mesa Redonda Panamericana.
- De 1975 a 1988 fue la presidenta del Instituto de Cultura Hispánica.
- Entre 1986 y 1987 fue miembro de la Directiva del Comité Pro Intereses de Tarija.
- Entre 1958 y 2009 recibe plaquetas, pergaminos, condecoraciones como Directora del Instituto Comercial Tarija.
- Entre 1959 y 1965, fue Vicepresidenta de la Cruz Roja departamental.
- En 1967 funda la Confederación Nacional de Instituciones Femeninas CONIF-Tarija.
- En 1972 organiza la Fundación Boliviana para el Desarrollo en Tarija.
- De 1990 a 1993 fue munícipe del Gobierno Municipal de Tarija. En esos mismos años, y con recursos propios, patrocina 130 cursos de repostería, pintura en tela, juguetería, cocina, bordado, tejido y otros, en beneficio del sector femenino de los barrios suburbanos.
- Entre 1992 y 1993 fue presidenta del Comité Cívico Femenino de Tarija.
- En 1994 y hasta 1995 fue ministra consejera de la Embajada de Bolivia en Panamá.
- En 1988 es nombrada presidenta vitalicia de la Asociación Departamental de Institutos, Academias y Escuelas de Profesionalización (ADINACEP).
- En el 2007 es nombrada presidenta vitalicia de la Mesa Redonda Panamericana. Reconocimientos que ha recibido de autoridades, de los cuales presentamos una pequeña muestra:
- Diploma de reconocimiento de la Escuela Nacional de Música en 1989.
- “Ciudadana Meritoria de la ciudad de Tarija”, mediante ordenanza municipal 114/90.
- Placa de reconocimiento por su labor en el Instituto Comercial Tarija en 1993.
- Diploma de Honor de la unión de Escritores y Artistas en el V Coloquio Literario Musical de Tarija en 1994.
- Certificado de reconocimiento por la participación en la XV Convención Nacional de Mesas Redondas Panamericanas.
- En 2006 recibe la placa de homenaje como Reina de Antaño por la Honorable Alcaldía Municipal de Cochabamba.
- En 2009, certificado de reconocimiento como “Empresaria del año” por el Latín American Quality Institute.
“El trabajo voluntario te llena la vida porque no estamos solos en este mundo, tienes que pensar que te debes a los demás. Entonces, ¿qué se puede dar? Das tu tiempo, tu dinero, tu capacidad, algo tenemos que dar para no quedarnos de brazos cruzados”.
Estoy conmovido por esta nota, fui uno de los principales bailarines de esta escuela de danzas y participe en varias de sus presentaciones y giras, mis mas cálidos recuerdos para mi profe y compañeros con los que pasamos gratos momentos y también sacrificios. Hoy a la distancia física y del tiempo quiero hacer un homenaje sentido a esta gran mujer y al recuerdo cálido de mis compañeros.
ResponderEliminarFreddy.