El jueves 8, a las 19.00, el fotógrafo Gabriel Barceló inaugurará su exposición Rostros andinos, integrada por retratos de hombres y mujeres de los pueblos andinos aymara, quechua y uru.
“El rostro es un mapa y la mirada es un espejo o una pregunta”, comenta el español que vive y trabaja en Bolivia desde hace seis años. Y señala también: “La fotografía es el punto medio entre la realidad y la memoria”. Son frases suyas, escritas en un cuaderno de apuntes, que sintetizan su comprensión de la fotografía. Durante los últimos cuatro años Barceló recorrió las festividades de diversos pueblos del altiplano boliviano para conformar una galería de retratos.
La particularidad de esas obras —explica— es que están “descontextualizadas”. En efecto, se trata de rostros o cuerpos fotografiados sobre un fondo negro, fuera de su contexto. De esta manera, Barceló logra, por una parte, evitar el folklorismo y, por otra, al mismo tiempo que realza la individualidad de los retratados, expresa también su universalidad.
“Los rostros —sostiene—, sea cual sea su lugar de procedencia, tienen un lenguaje que se proyecta más allá de lo local, es un lenguaje universal. Las expresiones de dignidad o esperanza, las miradas introspectivas, los estados emocionales van más allá de lo local”.
Rostros andinos es un proyecto fotográfico con dos productos: la exposición que se abre el jueves en Arte Espacio CAF (avenida Arce, zona de San Jorge), integrada por 16 imágenes; y un libro con el mismo título que contiene un mayor número de fotografías.
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