Varios artistas se reunieron la noche del sábado para ser parte de la VIII versión de la Larga Noche de Museos, demostraron su talento, enseñaron sus técnicas y vendieron sus obras de arte.
No obstante, el tiempo no fue suficiente para exponer todos sus talentos, por lo que sugieren que esta actividad se amplíe a todo el día o por lo menos existan dos versiones al año.
"Debería haber dos veces al año. Una noche de museos no basta para tanta diversidad cultural; vendes más y es más motivador porque la gente conoce tu trabajo”, dijo la artista Eva Subirats cuando terminaba de pintar una de sus obra que fue vendida.
Para la escultora Yarmila Montes, quien tenía una sierra eléctrica para tallar la madera, la puntualidad es fundamental para estas actividades. "La Alcaldía debería promover un poco más, podría ser desde la mañana, porque empezamos muy tarde”, indicó. Afirmó que la noche de museos "abre” muchas puertas a los artistas y se genera un ingreso económicos extra.
"Falta más tiempo, son pocas horas para que vean el proceso; lo ideal sería desde la mañana hasta la medianoche”, expresó por su parte Herminio Ríos, quien terminaba de tallar una "miniobra” en madera.
El artista calificó como positiva la noche de museos del sábado porque tuvo buena venta.
Con un lápiz especial en una mano y rastros de carbón en la otra, el dibujante especialista en grafito Santiago Ayala considera que la noche de museos promociona a los artistas hacia mejores oportunidades. "Es una oportunidad para demostrar tu trabajo, demostrar que existes”, aseguró. Sugirió que las personas visiten con frecuencia los centros culturales y que la noche de museos debe ampliarse.
Los dedos de Lev Mendoza estaban llenos de pintura, culminó su obra fusión entre animales y personas, con características de la mitología andina. El artista dio a conocer que gracias a internet los recientes años pudo promocionar su trabajo, pero considera que la Larga Noche de Museos también ayuda. "Deberían abrirse más los espacios de arte una vez al mes, para que se pueda mostrar el arte que uno tiene. Es interesante ver otras expresiones que no sea lo común”.
Karen Murillo tenía las manos con restos de maquillaje artístico, se dedicó a pintar los rostros de los niños, una manifestación de arte no tradicional. "Sería genial que se amplíe la Noche de Museos a por lo menos un día entero”, afirmó y confesó que el mejor regalo que recibió esa noche fue la alegría de los niños, a quienes les encantó su arte.
Según el dibujante Álvaro Álvarez, el mercado artístico no existe en Bolivia, "no se imaginan que en esta sociedad hay este tipo de manifestaciones”. También considera que la noche de museos es una gran oportunidad para mostrar lo que producen los artistas. "Debería ampliarse a dos veces al año”, sugirió.
Este artista hizo contactos para vender obras que hará en un futuro cercano; en la jornada obtuvo al menos 850 bolivianos.
El arte de Luis Jiménez llama a la reflexión. Un "peluche a la cruz” reveló que los humanos no sienten pena por el consumo de animales en su menú. El relleno estaba repleto de algodón de azúcar, la gente que pasaba se comía un poco y al final venía el lamento: "pobre osito”, decían. "Lo bueno de la noche de museos es que la gente se da una oportunidad de sentir la cultura; no me parece suficiente un día, debería ser más tiempo”.
Para destacar
Música Un grupo de cadetes de la Academia Nacional de Policías (Anapol) deleitó al público con un repertorio musical de Los Kjarkas.
Nuevo El museo La Voz de los Sin Voz, de RTP, fue uno de los centros culturales nuevos y el más visitado durante la Larga Noche de Museos. Una mujer lloró cuando observó videos del fallecido líder político de Condepa, Carlos Palenque.
Cerrado El Museo Nacional de Arte no participó en la noche de museos porque, según un anuncio, se encontraba en refacción y con obras de mantenimiento.
Fotografía El Museo de Etnografía y Folklore permitió por primera vez tomar fotografías sin flash dentro de la sala de máscaras, debido a que el flash "daña” las obras.
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