domingo, 2 de marzo de 2014

Museo Nacional de Arqueología cumple cuatro años cerrado

Han pasado cuatro años desde el cierre del Museo Nacional de Arqueología, que fue intervenido -junto a la entonces Unidad Nacional de Arqueología- el 26 de febrero de 2010. Sus responsables estiman que el espacio reabrirá sus puertas este mes. Sin embargo, sería la tercera vez que anuncian su apertura; la primera fue programada para junio de 2012 y la segunda para los primeros meses de 2013.
Según Lidia Cuevas, responsable del repositorio desde finales de 2011, se trabaja en la refacción de varios ambientes del edificio creado en 1920, además del inventario y catalogación de las piezas.
"Este museo no tenía un registro de las piezas, por ello se ha trabajado en un inventario y conservación preventiva de los bienes culturales. Ahora estamos trabajando la parte de la exposición permanente del museo, el análisis de la difusión, la seguridad y los recursos económicos”, indicó la funcionaria.
Asimismo, indicó que se realizaron trabajos de refacción del repositorio principalmente en su techo, que por su estado de deterioro presenta goteras y filtraciones.
"Luego de los carnavales comenzaremos con la renovación de todo el sistema eléctrico”, indicó Cuevas, quien explicó que esta remodelación forma parte de un plan museológico que además de las refacciones propone una muestra permanente en las salas del primer nivel y la gestión de recursos para finalizar la restauración curativa de las más de 19.000 piezas que resguarda este repositorio.
"El museo cuenta con una de las colecciones más importantes tanto por su contenido como por la antigüedad. Se ha trabajado en la conservación preventiva. Se ha dividido en material orgánico e inorgánico y se ha trabajado en la documentación de las colecciones”, indicó Cuevas.
La exposición permanente ocupará todo el primer nivel, mientras que en el segundo, que en años pasados albergó tres salas de exposiciones, se ha acondicionado una especie de depósito para las piezas líticas, cerámicas, metálicas y las orgánicas. "Hay tres áreas de almacenamiento, de bienes culturales, para ellos se han adquirido canastas y estantes”, explicó Cuevas.
El largo proceso del museo
El 26 de febrero de 2010, los ministerios de Culturas y de Transparencia Institucional y Lucha Contra la Corrupción realizaron la intervención de la Unidad Nacional de Arqueología (UNAR) y el Museo Nacional de Arqueología (MUNARQ), debido a denuncias de malos manejos e irregularidades que habrían sido cometidos por sus funcionarios.
Pasados los seis meses de esta intervención, en agosto de 2010, la entonces ministra de Culturas, Zulma Yugar, presentó los resultados de las investigaciones realizadas.
Explicó que los supuestos responsables afrontarán tres procesos. El primero será administrativo, que conlleva el daño y alteración de bienes públicos. El segundo, civil, por el resarcimiento de daños ocasionados. Y el último que deben enfrentar los presuntos culpables es la responsabilidad penal, por apropiación indebida y ejercicio indebido de la profesión.

"Se detectaron los delitos de responsabilidad administrativa, por daño y alteración de bienes públicos; responsabilidad civil y de responsabilidad penal por apropiación indebida y ejercicio indebido de la profesión”, indicó entonces a los medios locales. Asimismo, declaró en ese momento que continuará la investigación en colaboración con la Fiscalía y el Ministerio de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción.
De esos procesos no se tiene mayor información a la fecha, pese a que este medio solicitó con una semana de anticipación la información al Ministerio de Culturas.
En los resultados de la intervención se recomendó el cierre de la UNAR y la creación de una nueva oficina. Meses después se creó la Unidad de Arqueología y Museos, que actualmente tiene como director al arqueólogo Julio Ballivián.
"El museo tenía una serie de denuncias de malos manejos. Reabrirlo implica sanear el estado de las colecciones, sanear la infraestructura para asegurar su conservación”, explicó.
Según Ballivián, es complicado plantear una museografía para el espacio por tratarse de una casa y no así de un repositorio.

Punto de vista
Jedú Sagárnaga Arqueólogo
"Es el museo con más tradición”

Este repositorio es el museo de La Paz con más tradición e importancia. Primero se llamaba Museo Tiwanaku y albergaba diferentes tipos de colecciones. De ese museo salieron colecciones a otros repositorios, como el Museo Nacional de Etnografía, el Museo de Historia Nacional.
Es un museo que representa mucho para los arqueólogos. Es una lástima que después de cuatro años no se haya podido reabrir sus puertas. Sus funcionarios anunciaron su aperturas para fines de 2013 y ya estamos en febrero de 2014, y no pasa nada.
Aunque esperamos y hacemos fuerza para que la colección esté mejor expuesta que antes. Entiendo que se han hecho algunas inversiones importantes, como la compra de aparatos de televisiones, reproductores y otros. Nosotros estamos a la expectativa de su reapertura.
Sobre la intervención, creo que nunca se llegó a nada. Lo que nunca se dijo fue que en el momento de su intervención los funcionarios del Ministerio de Culturas pidieron al exdirector del museo entregar las llaves del museo sin una previa inventariación de la colección.


El museo registró más de 19.000 piezas arqueológicas

Marcos Aramayo, encargado del inventario y registro de las piezas del Museo Nacional de Arqueología, señaló que a la fecha se ha inventariado un 90% de la colección y que se han registrado más de 19.000 piezas de diferentes culturas bolivianas.
Además de estas piezas, existe material arqueológico de diversas excavaciones que el repositorio recibió desde 1960. "Estos fragmentos aún no han sido registrados ni inventariados”, dijo.
Según el funcionario, "se han registrado cerámicas, líticos, textiles y metales”. También hay el orgánico arqueológico, como textiles, que se resguardan en muebles especiales.
Actualmente, un equipo de arqueólogos trabaja en la catalogación de las piezas. "Se está creando para cada una de las piezas una ficha, que viene a ser su carnet de identidad”.
En las fichas se tiene una fotografía de la pieza, con un código. "Además, se registra su nombre, la cultura de la que proviene y sus medidas”, explicó el experto.
Por ahora, los responsables del repositorio planifican cerrar las salas del segundo piso del museo porque allí funcionan dos habitaciones que hacen de depósitos, una como oficina y otra como un laboratorio, donde actualmente se realiza la catalogación de las piezas.

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