Reconocido como uno de los mejores mimos del mundo, el francés Philippe Bizot inicia una gira mundial cuyo punto de partida es Bolivia.
Este hombre no pasa desapercibido, su apariencia sobria y sus lentos movimientos envueltos en el silencio han encantado ya varias veces al público boliviano.
Bizot vuelve a los escenarios locales para celebrar cuatro décadas de vida dedicada a la pantomima.
"El silencio es universal. Cuando actúo es como un murmullo que toca la memoria individual de cada persona que me mira", dice Bizot.
Así, el maestro recorre el mundo transformándolo en movimiento y en gesto.
El espectáculo “40 años de silencio”, que planea presentar en la ciudad, es una recopilación de piezas cortas, muestra de su amplia trayectoria y pasión por el arte.
Para Bizot “el mundo necesita silencio”. Su gira llegará a países como Indonesia, Nigeria, China y México, entre otros.
Las presentaciones locales se realizarán el miércoles 19 de septiembre a las 20:00 horas en el pub La Muela del Diablo (Av. Potosí casi Portales), el viernes 21 a las 19:30 horas en la Alianza Francesa (C. Crisóstomo Carrillo casi La Paz) y el sábado 22 en el mismo horario en el proyecto mARTadero (exmatadero municipal).
Además, Bizot dictará el taller “Pantomima, el arte del silencio”, a partir de hoy y hasta el sábado en la Alianza Francesa.
Con el patrocinio de varias entidades, las actividades son organizadas por La Mamá Grande - Gestora Cultural (Telf. 79788722).
Bizot, oriundo de Burdeos, realizó estudios de pantomima con el maestro Marcel Marceau.
Tuvo formación autodidacta hasta alcanzar un estilo propio que lo posiciona como uno de los personajes más destacados de su arte. Hizo presentaciones por África, Asia, América Latina, Estados Unidos y Europa. En 2003, fue declarado Maestro Internacional de la Pantomima, en el Festival Mundial de Teatro de Chile.
P. ¿La pantomima es algo que decidió hacer de por vida?
R. Sí, porque la pantomima está en mi corazón, mi sangre y mis manos. Ella es el arte de vivir, de dar vida a los sueños, de comunicarse en silencio con el mundo y de compartir su memoria. La pantomima fue un golpe de amor desde niño, y este amor crece cada día más, me apasiona, me fascina.
P. ¿Qué es lo que más le apasiona de la pantomima?
R. Me apasiona porque es lenguaje de emociones, no hay barreras culturales, con este arte hablo a la gente que le gusta el teatro pero también con lo más pobres, los discapacitados, los sordos, ciegos, y tengo la misma repuesta.
P. ¿Qué es lo que más le gusta del silencio?
R. El silencio, no, de los silencios, son tan múltiples. Me fascina esa música que es la música de la memoria, de los perfumes y de las personas ausentes. Lo que yo actúo son silencios de amor.
P. Cuéntenos su experiencia en China.
R. Soy director de la primera compañía china de pantomima. Visito este país desde que tengo 16 años y me fascina su cultura, mis actrices son divinas.
P. ¿Cuándo y cómo llegó por primera vez a Bolivia?
R. Llegué a Bolivia hace 20 años, invitado por el entonces director del colegio Franco Boliviano. La visita fue exitosa y nació esta relación fuerte y cariñosa con Bolivia.
P. ¿Por qué comenzar su gira mundial de 40 años en Bolivia?
R. Es mi regalo empezar aquí, en este país tan querido. Actuar en Bolivia es como actuar delante de mi familia.
P. Cuéntenos el espectáculo que planea presentar.
R. Es un paseo por lo que me gusta actuar, búsquedas nuevas y antiguas, citas con mi pasado y mis creaciones actuales.
P. ¿En qué radica la belleza del mimo?
R. En que en el arte de la pantomima no hay mentiras.
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