No sabemos a ciencia cierta qué nos depara el destino, hasta que encontramos la verdadera vocación que Dios nos legó. Esta historia se inicia en Buenos Aires-Argentina, cuando el orureño, Elvis Antezana radicaba en aquel país y cuyos padres apoyaron para que nuestro artista de la semana, estudie aviación.
En el camino se le presentó un amigo de barrio que lo invitó al Conservatorio de Arte Dramático de la Universidad de Buenos Aires, para que lo vea hacer la representación de un artista famoso. Fue en ese momento que Elvis supo que debía cambiar las alas por las tablas, y así lo hizo.
Apostó por una carrera que en otros países como el nuestro no es visto de esa manera, pero para ello, tenía que superar la timidez que le caracterizaba. Hizo el curso propedéutico para iniciar sus estudios.
"Tenía vivencias internas, en la cabeza, en los sentimientos que nunca lo había visto. Vi la clase y dije que nunca quería salir de eso, terminé mis estudios y rompí mis temores internos, mis miedos, porque para subir al escenario tenía que hacerlo y admiraba a las personas que actuaban sin problemas. Si no tienes nervios para subir al escenario siempre serás robot y no humano", dijo.
Posteriormente, Elvis trabajó en la productora televisiva Polka de Canal 13 en la Argentina, publicidad en cine y casi siempre era elegido para algunos papeles por su "fisic-rol" (delgado y bajito) para interpretar a personajes suburbanos.
Su talento lo llevó a formar parte de producciones cinematográficas y ser co-protagonista como guerrillero del film "Hasta la victoria siempre" (1996) película dirigida por Juan Carlos Dezanzo.
Asimismo, ganó premios interpretando en Canal 13 de la Argentina, al personal RRDT (Raúl Rojas Director Técnico). El programa fue el más visto y galardonado en ese país.
"Mis personajes siempre estuvieron muy allegados a lo popular, a lo vulnerable, es así que me metí a la metodología del teatro oprimido, la educación popular y acá empecé a conocer la opción de la educación popular y de qué manera podía incorporar mi arte en un medio pedagógico y articular esa herramienta, que no solo sirva para reír, para llorar, sino que sirva el mensaje para educar, para reflexionar y eso es lo que estamos trabajando", comentó.
También fue parte de programas de TV como "Primicias 98" que hizo la productora Polka y fue director de actores en las películas "Evo Pueblo" (2008) dirigida por Tonchy Antezana y "Los jukus" (2012) dirigida por Juan Carlos Soto.
ARLEQUÍN
Más tarde, el que fue bachiller del colegio Ignacio León, retornó a su Patria para encaminar un proyecto ambicioso para formar jóvenes y niños para las artes escénicas, es así que creó el elenco Arlequín en noviembre de 2002.
Elvis quiere expresar con su arte, que el hacer teatro es una profesión como todas las que existen.
"Quiero transmitir a los jóvenes que cuando busquen una profesión lo hagan por vocación, que no lo hagan por casualidad o porque alguien lo está presionando. En el elemento del teatro hacemos una búsqueda, porque dentro de lo que es la cuestión político o pedagógica, hay muchos conceptos de interculturalidad, despatriarcalización, descolonización, que lo utilizan en el sistema educativo, donde todos los profesores lo utilizan como conceptos y no como herramientas reales y de compromiso de trabajo", afirmó.
Arlequín fue articulada en base a la llegada de Elvis a Bolivia. Al inicio nació como un trabajo de publicidad de medio ambiente y luego nos quedamos para formar por casualidades del destino.
"Se formó Arlequín Producciones porque había la necesidad de hacer varias cosas", dijo.
Luego se hicieron talleres y se formaron elencos de mayores, niños y jóvenes, se trabajó con "Los choclos" y a medida que avanzaban en su trabajo, surgieron invitaciones internacionales para participar en festivales de teatro en Chile, Holanda, México, España, Alemania y otros países.
Elvis Antezana tiene el don innato de ser un artista íntegro en las artes escénicas y su mundo es activo, enseñando, educando y mostrando a los niños y jóvenes que con el teatro se puede llegar lejos, por eso emprendió una serie de desafíos en nuestro medio, que le dan los réditos que él espera, hacer teatro como una forma de vida.
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