Estamos ultimando los detalles de la puesta en escena. También tenemos que alistar la escenografía y resolver problemas que siempre surgen a último momento”, cuenta Bernardo Arancibia, director y protagonista de Light, obra que forma parte de la programación de la fiesta teatral.
“El Festival de Santa Cruz es una de las plazas más importantes de Bolivia. No solamente por su trayectoria y magnitud, sino también porque sirve de plataforma para que las obras que se realizan en Bolivia sean vistas por operadores de otros países”, dice Eduardo Calla, quien junto al grupo Escena 163 presentará Las relaciones de Clara.
Según los dramaturgos y actores, la exposición del talento boliviano está garantizada por la presencia de observadores y programadores de distintos encuentros teatrales. “Es la oportunidad ideal para mostrar que el teatro en el país se encuentra fuerte y posee una gran calidad en los textos”, sostiene a su vez el intérprete y director Luis Bredow, quien este año participará en tres producciones.
Bredow, un veterano de las tablas bolivianas, protagonizará en Santa Cruz el monólogo La última cinta de Krapp. Después subirá al escenario con Calla y el resto de los miembros de Escena 163 para representar Las relaciones de Clara. Finalmente, el actor tendrá un papel en Las cartas del cabo, una de las propuestas que se estrenó previamente en La Paz el viernes y que aún puede ser vista hoy en dos funciones (19.00 y 21.00) en El Desnivel (Capitán Ravelo 2426).
No es la única pieza que se presentará con antelación en la sede de gobierno antes que en la capital cruceña. Es también el caso de obras como Mauser del colectivo Búnker; La edad de la ciruela de Teatro Fuego, presentada el 25, 26 y 27 de marzo; y Eureka de Mondacca Teatro, aunque su precentación en La Paz aún no se confirmó.
De igual manera, el grupo holandés Schweigman&, en colaboración con la compañía paceña Vidanza, anticipa hoy el estreno de Between. El planteamiento conjuga danza y dramaturgia, elementos creados por la coreógrafa Boujke Schweigman y encarnados por Kenzo Kusuda. La función (20.00) se realizará en el Teatro Michael Donahue del colegio Calvert. El ingreso es gratuito.
El término “estreno” no es aplicable a todos las producciones que estarán en el festival. Muchas de las obras elegidas ya han tenido amplia circulación por distintos circuitos de difusión. Fue el éxito obtenido durante esas temporadas el que ameritó su convocatoria para el octavo encuentro internacional de artes escénicas.
Tal es el caso de Eureka de la compañía Mondacca Teatro, definida por su protagonista y director, David Mondacca, como “un clásico de nuestro repertorio”. La obra unipersonal se estrenó en 1993 y desde entonces fue repuesta en diferentes ocasiones tanto en el ámbito local como en el exterior.
La pieza teatral, creada por el dramaturgo Andrés Valla (Uruguay), recrea la vida de Guido Cavalcanti, un poeta florentino que languidece en prisión, encarcelado por el tirano de turno. Mondacca asegura que las mejores críticas de su carrera son las que obtuvo por esta obra.
Las primeras presentaciones de Eureka fueron pensadas para una audiencia de 30 personas. “Necesitaba que el público esté muy cerca del escenario”, relata. Con el pasar de los años, Mondacca la adaptó para un espacio mayor, llegando a 3.000 espectadores en su último montaje en Chile. Sin embargo, pese a la recepción obtenida, el artista no la interpretó durante dos años.
“Necesito estar en buen estado físico y mental para actuar. Tengo que estar en balance”, explica. Es posible que el público paceño vea la obra antes de su participación en el festival cruceño. “Planeamos funciones en la Alianza Francesa”, adelanta.
Light, la producción de Teatro El Grito, también tiene ya un largo recorrido. “La hemos presentado en todo lado, nos faltaba el festival de Santa Cruz”, menciona su director y protagonista, Bernardo Arancibia.
La obra debutó el 2006. Es una comedia que critica, en palabras del intérprete, la “sociedad del consumo de lo ligth, lo supuestamente saludable y dietético”. La trama gira en torno a dos mujeres jóvenes que se preparan para una cita.
Algunas producciones, como Las relaciones de Clara o Bonitas de Cristian Mercado, podrían abrir temporadas en la urbe paceña tras participar en el festival. Para Antonio Peredo, actor de Mauser, el evento internacional y las temporadas posteriores son una “clara señal de que en Bolivia producimos teatro de gran calidad que puede ser mostrado al resto del mundo”.
El VIII Festival Internacional de Teatro de Santa Cruz se realizará entre el 7 y el 17 de abril.
‘Between’ incorpora en el elenco al espectador
“Para mí Between trata sobre todo lo que ocurre entre nuestro nacimiento y nuestra muerte. Esta pieza aborda el ‘entre’ la luz y la oscuridad, el ‘entre’ la vida y la muerte de los seres humanos”, explica su protagonista, el bailarín y coreógrafo Kenzo Kosuda.
La propuesta de danza y teatro holandesa se presentará hoy a las 20.00 en el coliseo del colegio Calvert (calle 8 de Calacoto, zona Sur). La entrada es gratuita. Los boletos estarán disponibles en ese escenario desde las 15.00.
En criterio de Kosuda, la obra no puede clasificarse “fácilmente” ya que contiene elementos de danza contemporánea y ejercicios de interpretación. Cambia constantemente debido a “la interrelación que se forma entre los intérpretes, los bailarines y el público que, a la larga, es otro personaje”, agrega el artista que comparte escena con el elenco de Vidanza.
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