Los cinco llevan el arte en el alma, ya sea bailando, pintando, dibujando o tocando algún instrumento, estos niños han encontrado en las expresiones artísticas, la mejor manera de reflejar su mundo interior y su punto de vista sobre la realidad.
Jhonatan y Abdiel
Artistas plásticos por excelencia
Jhonatan Viezan Vásquez y Abdiel Ávila Panozo tienen 12 años, ambos padecen sordera y estudian en el Instituto de Audiología de Fe y Alegría. Una de sus materias favoritas es Artes Plásticas, que se complementa con la clase de arte dictada por su profesora Antonieta Parra. En ese taller Jhonatan y Abdiel se desarrollan como verdaderos artistas plásticos.
“Son muy capaces, cuando les doy una muestra ellos innovan sobre eso, no se limitan, buscan dimensiones a lo que se les muestra”, explica su profesora de arte.
Gabriel Santa María Arias
Un violinista de primera
Con la seriedad de un músico profesional, Gabriel Santa María, de 12 años, ya tiene alrededor de seis conciertos en su haber.
Comenzó a tocar el violín a los nueve años en su colegio, el Instituto Laredo y afirma que quiere seguir tocando este instrumento cuando sea grande. “El violín es el instrumento que más me gusta, me encanta.
Mi primo también tocaba violín y me ha animado a tocar. He tocado en unos seis conciertos, pero toco más en audiciones. Me siento muy bien cuando toco”, comenta el pequeño.
Kaira Moratto Toranzos
Bailarina contemporánea
Kaira Moratto tiene nueve años y este año comenzó a bailar Danza Contemporánea en su colegio, el Instituto Laredo. “Me gusta bailar porque te sientes libre como una paloma en el aire, puedes bailar como quieras y hacer lo que quieras con la danza.
Cuando sea grande quiero seguir bailando danza contemporánea. Mi profesora favorita es Camila Rocha, porque es muy buena persona y nos enseña lo que debe enseñar”, comenta.
Noelia Saiquita
Pintora comprometida
Noelia Saiquita tiene 12 años y ha heredado el amor por la pintura de su padre, Alfredo Saiquita. Pinta desde que tenía cinco años y ya tiene más de 37 exposiciones en su haber, además de medallas y diplomas de reconocimiento.
“Mis pinturas son diferentes a las de mi papá, yo pinto paisajes porque me gusta el color del cielo y del atardecer, esas son las cosas que me inspiran para poner el óleo sobre el cartón. Quiero seguir pintando cuando sea grande”, dice.
Artistas plásticos por excelencia
Jhonatan Viezan Vásquez y Abdiel Ávila Panozo tienen 12 años, ambos padecen sordera y estudian en el Instituto de Audiología de Fe y Alegría. Una de sus materias favoritas es Artes Plásticas, que se complementa con la clase de arte dictada por su profesora Antonieta Parra. En ese taller Jhonatan y Abdiel se desarrollan como verdaderos artistas plásticos.
“Son muy capaces, cuando les doy una muestra ellos innovan sobre eso, no se limitan, buscan dimensiones a lo que se les muestra”, explica su profesora de arte.
Gabriel Santa María Arias
Un violinista de primera
Con la seriedad de un músico profesional, Gabriel Santa María, de 12 años, ya tiene alrededor de seis conciertos en su haber.
Comenzó a tocar el violín a los nueve años en su colegio, el Instituto Laredo y afirma que quiere seguir tocando este instrumento cuando sea grande. “El violín es el instrumento que más me gusta, me encanta.
Mi primo también tocaba violín y me ha animado a tocar. He tocado en unos seis conciertos, pero toco más en audiciones. Me siento muy bien cuando toco”, comenta el pequeño.
Kaira Moratto Toranzos
Bailarina contemporánea
Kaira Moratto tiene nueve años y este año comenzó a bailar Danza Contemporánea en su colegio, el Instituto Laredo. “Me gusta bailar porque te sientes libre como una paloma en el aire, puedes bailar como quieras y hacer lo que quieras con la danza.
Cuando sea grande quiero seguir bailando danza contemporánea. Mi profesora favorita es Camila Rocha, porque es muy buena persona y nos enseña lo que debe enseñar”, comenta.
Noelia Saiquita
Pintora comprometida
Noelia Saiquita tiene 12 años y ha heredado el amor por la pintura de su padre, Alfredo Saiquita. Pinta desde que tenía cinco años y ya tiene más de 37 exposiciones en su haber, además de medallas y diplomas de reconocimiento.
“Mis pinturas son diferentes a las de mi papá, yo pinto paisajes porque me gusta el color del cielo y del atardecer, esas son las cosas que me inspiran para poner el óleo sobre el cartón. Quiero seguir pintando cuando sea grande”, dice.
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