domingo, 25 de septiembre de 2016
FIC 2016: Balance positivo pero con retos pendientes
REINGENIERÍA
Es importante destacar que en esta oportunidad se ha dado un buen paso para salvar el FIC y seguir adelante, pero es necesario plantear una reingeniería". Ronald Poppe - Gestor cultural
Existen apreciaciones disímiles al momento de evaluar el desarrollo del Festival Internacional de la Cultura (FIC), que luego de 24 jornadas, con 160 actividades y una participación del público que ronda la cifra no oficial de 25.000 espectadores, concluyó anoche, con el concierto de los mexicanos Jesse&Joy, ante un público que colmó el teatro Al Aire Libre.
En términos generales, gestores y actores culturales de la ciudad calificaron de positiva la última gestión del FIC 2016, aunque existen observaciones de fondo que generan un contrapeso y abren un debate que se podrá profundizar cuando la Alcaldía presente su evaluación oficial.
Algunos espectadores y artistas de Sucre que asistieron a las diferentes actividades ponderaron la calidad de las presentaciones en las seis áreas que abarcó el evento, incluyendo actuaciones para niños y personas de la tercera edad, un componente nuevo del FIC, y un par de presentaciones en los distritos rurales; aunque lamentaron los cambios de escenario de última hora que se produjeron sin una eficiente gestión comunicacional, hecho que también fue criticado por los medios.
La línea curatorial del evento se concentró en recuperar a destacados artistas bolivianos cuyo aporte a la cultura mundial “no siempre es reconocido dentro de nuestras fronteras”, explicó el secretario municipal de Culturas y Turismo, Pedro Salazar, al resaltar la llegada de los pianistas de jazz Danilo Rojas y el pequeño virtuoso de 11 años, José André, que tocó por primera vez en Sucre, sumando también las actuaciones de Luzmila Carpio, el actor Marcos Malavia, muy reconocido en Francia, o la acuarelista Rosmery Mamani Ventura, artista plástica de prestigio mundial con varios lauros en el viejo mundo.
Cabe destacar la participación de artistas como Nito Mestre, el Teatro de los Andes, Piraí Vaca, Calos López, Marcelo Murillo o Fabian Marquisio, que no son tan ajenos a los escenarios capitalinos.
Sin embargo, con los cálculos parciales de una asistencia que ronda los 24.000 participantes, se reconoce que sólo un 10% de la población de Sucre, participó del FIC 2016; si la evaluación de la Alcaldía logra demostrar incluso una asistencia de 30.000 espectadores, en el mejor de los casos, la brecha de la población a la que alcanza el evento sería mínima, lo que no es un dato menor.
“Es importante destacar que en esta oportunidad se ha dado un buen paso para salvar el FIC y seguir adelante, pero es necesario plantear una reingeniería de este evento, un Festival de la Cultura no es una suma de actividades, es un programa planificado y fundamentado con perspectivas, objetivos que conciernen a la gestión cultural y cuya base es el amor a la ciudad”, recalcó Ronald Poppe, responsable del área de cultura de la Universidad Andina Simón Bolívar y gestor cultural que otrora dirigió el FIC.
Según Orlando Encinas, director del primer FIC de 1990, la experiencia de la Fundación Cultural la Plata, una entidad independiente que se encargaba exclusivamente de planificar el evento durante todo el año, es algo que se extraña en la organización actual, que desde hace más de media década recae en la Alcaldía.
“La trascendencia del FIC como evento cultural se ha perdido”, sostiene Encinas, a lo que Poppe añade:“la experiencia del festival llegó a ser tan exitosa que de una u otra forma las ciudades más importantes del país la han replicado de distintas formas”. Entonces se plantea la pregunta ¿qué es lo que hace falta?
Analizando el programa se puede observar la inclusión de nuevos componentes como el Festiabuelitos, o el área de formación artística, con la implementación de talleres. También seis áreas artísticas con diversas muestras, exposiciones y presentaciones, de artistas locales, nacionales e internacionales, que se dirigen a públicos diversos, desde el concierto del ensamble “Bolivia clásica”, hasta la velada folclórica de “Los Nocheros”. Que según reflejaron algunos medios de comunicación con tomas de video o relatos periodísticos, contaron con una masiva audiencia.
Por otra parte, la Coordinadora de Artistas de Chuquisaca, que es el ente matriz que aglutina a una serie de asociaciones de artistas chuquisaqueños, consensuó su participación en el programa del FIC, abarcando un mínimo del 40% de las actividades, lo que dejó satisfecho al sector, que en 2015 elevó resonantes quejas sobre su inclusión.
Estos elementos positivos reflejan un evento con un desarrollo eficiente considerando el presupuesto anunciado de Bs 2 millones, sin contar con el aporte de la Fábrica Nacional de Cemento S. A., la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca y el Ministerio de Culturas y Turismo. Sin embargo, la consulta sigue pendiente ¿Qué es lo que hace falta para llevar este evento a su máximo potencial?
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