lunes, 25 de julio de 2016

Con teatro, jóvenes de El Alto combaten violencia y machismo

Daniela fue  víctima de violación. Durante mucho tiempo intentó reconstruir  su vida pero no pudo, sentía que la perseguían, estaba perturbada. La situación se volvió incontrolable y decidió que sólo la muerte podía dar fin a su tormento. Se suicidó. 

La tragedia  de Daniela es una de las  historias que motivó a cientos de  jóvenes de la ciudad de  El Alto a reflexionar y  luchar contra la  violencia  y el machismo  a través del teatro.     La iniciativa nace de los  círculos  del programa Suma Thakhi,   cuyo objetivo es promover  la creación de obras  teatrales con enfoque social.
El programa es impulsado por el  Centro Cultural Albor,  una organización de niños y jóvenes que trabaja en la capacitación en oratoria y la formación de líderes. La creación poética y el desarrollo del arte escénico son sus principales instrumentos.   

La idea, según sus gestores, es que los  jóvenes escriban sus propios  libretos con  propuestas escénicas  que cuestionen y denuncien     la  violencia de género,  los derechos sexuales,  la trata y tráfico, y  la violencia de pareja. Además, abordan en las piezas  la temática de  las diversidades sexuales.

 Impulsados por Suma Thakhi, cientos de  jóvenes de barrios alejados de la urbe alteña comenzaron a  crear y montar sus obras desde el 2010. El proyecto empezó con  el  colectivo  Migrante, que hasta la fecha ya ha estrenado   cuatro obras  de temática social. 

"Inocencia es una pieza que se elabora en conjunto, y el contenido es sobre  trata y tráfico. La obra llegó a las fronteras, porque en esos lugares el peligro de sufrir este tipo de casos es mayor”, explica la facilitadora del Colectivo Cultural Migrante, María Rosario Cárdenas.

 Como Migrante, ocho grupos teatrales   ya llevaron a escena sus propuestas escénicas. Todos esos elencos están conformados por jóvenes que no pasan los 21 años de edad.

 La  facilitadora del círculo Tatiyu, Abigail Condori, asegura que trabajar con los jóvenes es una verdadero desafío.    "Nosotros  como guías nos  nutrimos  sobre estos temas, muchos de los facilitadores hemos cambiado incluso nuestra forma de vida con esta experiencia”, explica. 

  ¿Cómo  eligen las temáticas? Los facilitadores aseguran que   la selección de temas e historias para montar las piezas  nace de un proceso de retroalimentación. "Ellos (los jóvenes) cuentan sus vivencias, investigan y desarrollan conceptos en grupo. Cada uno de los círculos teatrales elige un tema determinado sobre la base de la información adquirida”, responde Condori.

  Ronald Chillo,  responsable del  círculo Aurora, sostiene que   una de las cualidades del proyecto  teatral es el  debate constante entre todos sus integrantes. "Nosotros somos guías, no somos profesores, priorizamos el trabajo en grupo. Después de elegir un tema, profundizamos los conocimientos y elegimos una postura, nos fijamos un objetivo” afirma.

Por ejemplo, para elegir la historia de  una de las obras, los responsables organizan mesas redondas con los participantes. En estos encuentros, los jóvenes  cuentan sus vivencias y  exponen sus puntos de vista. Otra  de las  tareas para seleccionar los temas y escribir los libretos teatrales   es la  revisión de periódicos  en las   hemerotecas.

Todos los integrantes de los círculos deben conocer los temas y profundizar en éstos. En cada presentación ponen a prueba todo lo aprendido.

¿Dónde estrenan sus obras? Según los facilitadores, los jóvenes se  presentan   en teatros, colegios, instituciones e incluso  en la calle.  "Al finalizar la obra se elige a una persona del grupo para que intervenga como moderador entre el público y los actores, este procedimiento tiene por objetivo sensibilizar al público a través del debate”, dice  Yamina Soto, facilitadora del círculo Pilpintu.

Además de los aplausos, tras la presentación de cada puesta,  las reacciones del público han sido diversas.  Las propuestas de los  grupos teatrales causaron  desde incomodidad hasta llanto.

El facilitador del círculo Yatiri, Diego Villca, cuenta que en la mayoría de sus experiencias, al finalizar la obra, cada espectador comienza a cuestionar su propio estilo de vida. 

Una de sus anécdotas más recordadas es cuando  se presentaron en el Centro de Reinserción Social para Jóvenes Qalauma. Ya en el lugar,  el elenco  no pudo  terminar la obra, que aborda la trata y tráfico, porque la situación  se tornó incómoda.

"En una ocasión nos presentamos ante la comunidad LGBT. Recuerdo que los espectadores se identificaron tanto con la obra, que la vivieron e incluso llegaron hasta las lágrimas. Fue una bonita experiencia”, cuenta  la facilitadora de Pilpintu.

"Nos hemos presentado ante  todo tipo de públicos, pero quizás lo más resaltante fue presentarnos ante padres de familia. Ellos reaccionan de dos maneras: algunos indicaban que la obra les parecía muy fuerte para sus hijos;   en otros casos aceptaban los hechos y expresaban que se debería hacer algo para cambiar las violencia que trataba la obra”,  relata  Fausto Cárdenas, facilitador del círculo Kurmi.

 Los responsables de los elencos coincidieron en  que el entorno social es  fundamental para desarrollar los conceptos sobre los roles de los  hombres y  las mujeres. "Es muy difícil cambiar estas ideas”. Ellos buscan cambiar esto a través del teatro.
 
 

Aurora Teatro

El elenco Aurora Teatro presenta una historia divida en  tres etapas. La primera es la violencia  hacia la mujer dentro de  la familia. La segunda  parte de la obra  aborda la temática de la  violencia sexual, que provoca un fuerte trauma que  conlleva en la  "muerte en vida” de la víctima. La tercera parte muestra el caso de una mujer que es excluida porque rompe los estereotipos de asignados a su género. Las historias se basan en varios casos de la FELCV.
 


 Yatiri

Este grupo lleva a escena tres historias  sobre la  violencia simbólica, mediática y  los roles  de género.   Uno de esos temas es la Caperucita Roja  que muestra al lobo como un hombre salvaje. La otra  historia es de Blanca Nieves en la   que cuestionan el papel de  los enanos por su mirada patriarcal.  El último cuento  cuestiona  la historia de un príncipe y una princesa, los roles que se les asignan, la estatura, la figura, los atuendos. 
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Machicidio

El colectivo cuestiona a través de sus obras  los roles que se les asignan a los  hombres y mujeres en la familia. Se toca el tema de machismo.  La historia se refiere a  la vida de Santos y Rafael, al crecer, ellos reflejan en sus comportamientos machistas el ejemplo  de sus padres. La obra expone cómo las actitudes machistas pueden desencadenar en delitos. Es una obra que  pone en debate  el rol del núcleo familiar.
 
 
Azairus
 
El elenco  presenta una  obra sobre la violencia en el noviazgo, la  violencia de género y  el machismo.
Su obra narra la vida de Carlos y Camila, quienes   se enamoran, pero en la relación  se muestra el  poder que el muchacho ejerce sobre ella.  Comienzan los celos y termina en feminicidio.

"En la obra hablamos sobre las leyes que protegen a las mujeres, pero  en Bolivia las autoridades no hacen  nada para que se cumplan”,  explica el elenco.
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 Tatiyu

El grupo  presenta  una obra que  muestra temas sobre el machismo, la violencia en la familia y los noviazgos violentos. La trama gira entorno a la vida de un chico, el más popular del colegio. El muchacho se enamora de una chica feminista.  Gracias al apoyo de su enamorada decide romper con sus pensamientos  machistas.   Al final, el joven decide  poner en evidencia el amor por su novia y cambiar. "El amor puede cambiar a las personas”, dice uno de los actores. 
 
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 Huayna Jayu

El colectivo teatral aborda   en sus obras  temáticas como  las redes sociales. "Pensamos que los jóvenes  y señoritas que sufren  violencia buscan  consuelo  en  internet”, contó uno de los integrantes.  
La historia  de  una de sus  obras cuestiona  la dependencia de los jóvenes por las  redes sociales   y cómo este tipo de herramientas  se convierten  en un medio para la captación de víctimas de trata y tráfico de personas. 

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Pilpintu Teatro
 
El elenco presenta la historia de Magdalena,  una muchacha que es lesbiana. Sin embargo, debe ocultar su orientación sexual   porque tiene miedo a su familia. Por azares del destino, la muchacha se enamora de Carmen. Ella hace todo para estar cerca de su amada, pero sus padres no la comprenden.  "Es un tema  difícil de abordar porque sigue existiendo un tabú. Entonces, por esa razón, decidimos abordar este tema”, aseguró un integrante.

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Kurmi

El colectivo presentó una propuesta teatral  que  busca poner en debate los conceptos sobre los roles de hombres y mujeres. Con sus piezas, los jóvenes también  buscan denunciar delitos. Por ejemplo, una de sus recientes obras teatrales  cuenta la historia de   Mariana e Isabel. Las dos    son  víctimas de trata y tráfico de personas. Una de ellas capturada a través de su enamorado. La otra muchacha cae a través de  las solicitudes de trabajo.

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