Cuatro artistas exponen 45 obras en el Gíldaro Antezana

Cuatro artistas plásticos exponen 45 obras en una muestra colectiva que tiene lugar en el salón Gíldaro Antezana (acera norte de la plaza 14 de Septiembre), donde permanecerá abierta hasta este sábado 22 de febrero.

Gabriela Pimentel, David Delgadillo, Antonieta Loayza y Marcelo Montaño son los creadores que exponen cuadros trabajados en distintas técnicas.

Pintura al óleo, acrílico y dibujo en papel son las principales técnicas y especialidades que han empleado los cuatro para realizar sus obras.

El pintor David Delgadillo indicó que cada cuadro muestra su forma de pensar, pero principalmente refleja su forma de ver el mundo.

“Cada pintor es un mundo aparte, con sentimientos e interpretaciones. Cada cuadro presenta temáticas y conceptos personales”, mencionó.

Asimismo, Delgadillo admitió que le gusta más los dibujos en blanco y negro. "Refleja el compromiso, aquello que la otra persona te da sin necesidad de condicionarte", manifestó Delgadillo, mientras miraba uno de sus cuadros en papel, en el cual se ve a una niña sosteniendo flores.

ESCUELA A pesar de no tener un misma temática, el cuarteto de artistas tiene un común denominador: las enseñanzas recogidas en la Escuela Superior de Artes Plásticas Raúl G. Prada, establecimiento en el que todos ellos estudiaron. “Todos tenemos el toque de la academia”, sostuvo.

Delgadillo comentó que, más allá de la técnica, cada artista trata de mostrar un sentimiento distinto en sus creaciones.

Las obras de Gabriela Pimentel reflejan espiritualidad, meditación y fe; mientras que las de Marcelo Montaño revelan fuerza y energía, como en “Batalla I y II”.

Antonieta Loayza presenta un trabajo meditado, que, en sus últimas obras, refleja la maternidad, pues hace pocos meses dio a luz a su hijo.

“Primavera”, “Ángel guardián”, “Nocturno”, “Arrullo I y II” son algunas de las obras que Loayza expone en el salón.

PERFIL David Delgadillo empezó en el mundo del arte a los 16 años.

Inicialmente, dibujaba caricaturas, técnica que, con el pasar de los años, ha ido perfeccionando. “Cuando te gusta el dibujo, no importa dónde dibujas; el punto es que lo haces”.

El 2004 ingresó a la Escuela Raúl G. Prada, donde ha pulido sus destrezas, afirma. Años más tarde, en 2009, recibió el Premio Nacional de Dibujo, en un concurso organizado por su propia escuela.