Seguramente Miguel Alandia Pantoja no imaginó que su mural Huelga y Masacre, pintado en 1954 para la sede de los mineros en La Paz, terminaría fragmentado años más tarde para ser salvado de la dictadura de Luis García Meza.
Desde entonces (inicios de los años 80) la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia custodia estas piezas que ahora pasarán momentáneamente al Ministerio de Culturas para su restauración.
Freddy Sánchez, dirigente de los mineros, precisó que las piezas están guardadas en un depósito de la Universidad Siglo XX (en la zona de San Pedro). “Primero se hará una inspección junto al Ministerio de Culturas para ver cuántos fragmentos están depositados. A fin de mes se hará la entrega oficial, previa firma de un convenio”, señaló.
Hace tres años, técnicos del Ministerio de Culturas realizaron la restauración de uno de los fragmentos de ese mural, que ahora se encuentra colgado en el segundo piso de Palacio Chico.
El mural Huelga y Masacre está compuesto por un conjunto de cuadros y fue pintado en dos paredes del salón principal de la antigua sede de la federación, ubicada cerca de la plaza Venezuela, explicó Carlos Rúa, restaurador del ministerio.
La pieza creada por Aland
ia Pantoja plasma los movimientos sindicales, la lucha de los mineros, la nacionalización de las minas y las masacres mineras de Uncía (1923) y Catavi (1947), entre otros temas.
“El mural fue salvado de la dictadura de García Meza, quien ordenó demoler el lugar. En esa época tuvieron que desmontar las paredes (pintadas) en una grúa y las trasladaron a un galpón de la zona Sur para protegerlas”, contó Rúa.
Luego, entre los años 80 y 90, Sergio Alandia, hijo del artista, y un experto español restauraron el soporte del mural. “Redujeron la base del revoque de la pintura mural y pusieron un soporte de madera”, explicó el restaurador.
Los gastos de la restauración del mural estarán a cargo del Ministerio de Culturas. Una vez restaurada será devuelta a los mineros. “La obra es de nuestra propiedad y cuando sea arreglada buscaremos un ambiente adecuado de la federación para que esté bien resguarda y sea vista por todos”, enfatizó Sánchez.
Miguel Alandia Pantoja, nacido en Llallagua (Potosí) en 1914, es uno de los pintores y muralistas más importantes del país. Murió en Lima (Perú) en 1975. A lo largo de su vida plasmó sus obras en el hospital Obrero, la Cancillería y el Banco Central, entre otros espacios.
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