martes, 27 de noviembre de 2012

Una sala refleja la inmigración nipona

La muestra permanente ilustra desde la llegada de los primeros inmigrantes hasta el momento actual.

La Sala de exposición Centro Histórico de Inmigración Japonesa fue inaugurada anoche. El espacio, situado en el tercer piso de la Sociedad Japonesa en La Paz (calle Batallón Colorados 98, esquina Federico Zuazo), servirá para que esta institución presente al público diferentes documentos y material audiovisual sobre la inmigración japonesa a Bolivia, iniciada en 1899.

RESCATE DE LO TRADICIONAL. De acuerdo con Takuro Shibasaki, responsable del Archivo Histórico de la inmigración japonesa a Bolivia, “es una sala donde se mostrará a los japoneses que han inmigrado”.
Pasaron más de 110 años desde el arribo de los primeros nipones al país, “por lo cual las personas mayores ya se están perdiendo. Y también hay otras que no tienen una relación directa con los japoneses, como para mantener esas cosas”.
Muchas personas y familias que integran la sociedad japonesa contribuyeron con artículos para la sala. Shibasaki realizó entrevistas y algunas veces le entregaron cosas que ahora están en la exposición. También le ayudaron para traducir los documentos que escribió en japonés. Y como él está ya dos años y medio en Bolivia, fue un trabajo largo.
De acuerdo con los datos obtenidos, existen dos colonias japonesas registradas de manera oficial: Okinawa y San Juan, ambas en el departamento de Santa Cruz.
“En un principio, los inmigrantes japoneses ingresaron en el país por el río Mapiri. Con el paso de los años y conforme crecía el mercado de la goma, se fueron acercando a Guayaramerín y otros centros poblados”.
La nueva sala cuenta con dos ambientes, vitrinas donde se muestran objetos de inmigrantes, televisores en los que se proyectarán videos históricos y varios cuadros informativos. La inauguración del espacio fue en la planta baja con la exposición de algunos videos.

LOS PIONEROS JAPONESES TRAJERON diversos ARTÍCULOS. La comida enlatada, ropas y alimentos típicos de su país, y deportes como el sumo y el judo fueron conocimientos que llegaron con los primeros viajeros. Ellos instalaron tiendas y negocios de comida tradicional que, con el paso de los años, fueron expandiéndose por varios lugares.

13.900 eran los residentes de origen japonés, registrados por su Cancillería, en Bolivia, en 2008.


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