jueves, 9 de junio de 2016
Muralistas inculcan su arte en Guerra Huaico
José Augusto Ramírez y Gabriel Tomisch son dos correntinos que se dedican al arte del muralismo, se encuentran en la ciudad de Tarija hace cinco meses y realizan diversas actividades en el ámbito cultural.
Ambos realizaron talleres en La Cúpula Centro Cultural y actualmente dan cursos intensivos de muralismo en una escuela en Guerra Huaico. También dieron un curso a los estudiantes de primer, segundo y tercer año de la escuela de Bellas Artes “José Santos Mujica”.
El método que facilitan es el mismo que utilizaron para realizar los distintos murales coloridos y vistosos que se encuentran en varios lugares de la ciudad y provincias. Ellos se presentaron en el Festival del Arte y el Vino, pintaron uno de los murales más llamativos y grandes de dicho evento.
Taller
Los talleres consisten en abordar todo el proceso de creación del mural, desde el boceto hasta los detalles más finos de culminación de la obra. Los murales de Ramírez y Tomisch mezclan el arte pop, impresionismo y los artistas utilizan sus recursos de diseño gráfico. Además de imponer en su pintura colores vivos, sus trabajos son vistosos, creativos y por lo general abordan dimensiones de gran tamaño.
Tomisch dijo que es importante el proceso previo para abordar las diferentes formas que se aplicarán al boceto, para llegar hasta el final que es el encuentro con el muro. “Los alumnos plasman sus propios bocetos, con la dinámica de trabajo que tenemos nosotros”, agregó.
Ramírez dijo que hay que tener nociones básicas de dibujo pero orientada al muralismo, muy diferente a la pintura de caballete, ya que tiene otras concepciones, debido a que se mira con otro tipo de perspectiva al observar de distintos lugares. “El arte público no está sectorizado en un museo, sino que es más popular y se acerca a las personas de forma directa, sin que tengan conocimiento previo de la pintura”, agregó.
Para Ramírez las personas ven los murales como un elemento decorativo y también tiene la capacidad de transmitir un mensaje. Por otra parte Tomisch mencionó que la receptividad de los alumnos ha sido óptima y que ellos pudieron darse cuenta del avance que tuvieron gracias a las clases.
“El primer día estaban entusiasmados porque comenzamos a manejar colores y la forma, en el tercer día están más sueltos y tienen mayor confianza. La indumentaria utilizada son brochas, rodillos, pinceles para delinear y pintura básica látex al agua”, manifestó Tomisch.
Ramírez recordó que llegó a Tarija gracias a sus amigos Luis Zilveti y Clotilde Tasson, quienes fueron una especie de promotores culturales, que les indicaron qué lugares podrían visitar y así plasmar sus murales.
Anteriormente trabajaban con murales estilo mexicano, con contenido político, pero una vez en Tarija se toparon con otra receptividad que hizo mutar su estilo, hasta la fecha no pudieron aplicarlo en su provincia. “Gente que encontramos en el camino hizo una valoración del trabajo que hacemos, eso crea un gran colchón para sostener nuestro trabajo”, explicó Ramírez.
Tomisch y Ramírez dicen que la tierra chapaca los apañó y trató muy bien, entonces cada vez que puedan piensan retornar. Ramírez dijo que la gente fue un elemento activo dentro de su producción artística, porque siempre han estado abiertos a sugerencias e ideas.
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