Con un público internacional, muchos llegados desde la frontera brasileña, el grupo Antiqva Mvsicvm de Oruro triunfó con su variado y alegre repertorio de música barroca y renacentista. Su director, Juan Pablo Villegas Rodrigo fue llamado cuatro veces al escenario por los muchos aplausos y solicitudes para nuevas piezas, ante el primoroso altar de la iglesia de Santiago de Chiquitos, al Sudeste boliviano.
Los orureños y otros invitados especiales de la Orquesta Sinfónica de La Paz y un antiguo integrante del Ensemble de Moxos recorrieron cerca de 1.500 kilómetros, desde las alturas de la tierra de los quirquinchos hasta el bello pueblo chiquitano, en pleno bosque.
Fue una grata sorpresa su calidad, pues el conjunto formado hace diez años, con base en iniciativas del Colegio Alemán, cambió a muchos de sus integrantes originales. Ahora los 14 tenores, bajos, contraltos y sopranos no sólo provienen de ese establecimiento sino de otros colegios privados y fiscales. Villegas seleccionó a los mejores y formó el coro, acompañado por un grupo de cámara de violín, violoncelo, flautas y oboes.
La selección del repertorio fue muy acertada pues combinó música sacra con alegres piezas profanas y cerró con villancicos que motivaron la participación del público. La obra de Valentin Rathgeber (1682-1750) Vesperae de beata Maria Virgine se encuentra en Alemania y también en el Archivo de Chiquitos, gracias a los hallazgos del propio Villegas en Bremen y de Piotr Nawrot en Concepción.
El director orureño ha pasado diferentes cursos con el respaldo de la Asociación Pro Arte y Cultura, APAC, y el Goethe Institut le premió con la beca Multiplicadores para fortalecer sus conocimientos musicales y de dirección musical en Bremen, Alemania. El grupo orureño recibió muchos premios en estos casi diez años.
Fue notable la presencia de un grupo de 50 brasileños que recorrieron más de 200 kilómetros para asistir al concierto de los jóvenes orureños y también llegaron otros turistas. La OTB y el corregimiento indígena de Santiago de Chiquitos rindieron homenajes de bienvenida a los músicos. Como agradecimiento, los orureños cantaron en otros lugares con la alegría nata de ese pueblo boliviano, incluso antes de las comidas, llevando aplausos cariñosos.
La grata noticia que dio Villegas fue la invitación al Tercer Festival de Música que también organiza en Oruro y que ya llegó a capillas de Toledo y pretende estar este año en Challapata y Sabaya, a pedido de los gobiernos municipales de esa frontera del extremo suroeste de Bolivia.
Los músicos orureños ensayan en la cripta de la iglesia del Socavón y cuentan con el apoyo de sacerdotes católicos. Su centro principal de conciertos se encuentra en San Miguel de la Ranchería.
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