Innovación constante. No solo se trata de presentación musical porque su meta es superarse constantemente, no solo en la interpretación musical, sino también en la producción escénica.
Se apaga la luz y el escenario principal queda en tinieblas, mitigando sorpresivamente el murmullo de la sala, que en esta ocasión sobrepasa algo más de mil espectadores; mientras el silencio del público es casi total, la melodía cinematográfica, posiblemente más conocida en el mundo de cinéfilos... “Imperial March”, comienza a retumbar en el salón. A paso firme, decidido y con los rostros inexpresivos ingresan en dos columnas los 70 músicos y 80 coristas. Todos vestidos de negro, caracterizados de acuerdo al rol que cumplen dentro de la producción.
Repentinamente las exclamaciones de asombro sobrepasan a la música, cuando el director de la Orquesta Filarmónica de Cochabamba y de la Capela de Cochabamba, Augusto Guzmán, ingresa disfrazado como miembro de la Orden Jedi, escoltado por las fuerzas oscuras del mal, con la cabeza cubierta por una capa y la batuta en una de las manos.
Así empieza más de una hora de magia y rememoranzas musicales de una de las sagas más taquilleras del cine, Star Wars, la Guerra de las Galaxias, cuya composición musical estuvo a cargo de John Williams. Esta presentación también se complementó con el ambiente que generó el público, los que asistieron disfrazados o llevaron sus espadas, y se emocionaban con cada intepretación musical.
En esta oportunidad todo engranó perfectamente, el elenco de artistas que trabajó en pequeños grandes detalles que supo llevar al espectador a vivir uno de los mejores eventos del año, de tal manera que la producción se vio obligada a duplicar el número de presentaciones, que inicialmente estaban programadas para dos días, con más de cuatro mil entradas vendidas.
Cochabamba está viviendo uno de los fenómenos más importantes, en cuanto a la homogeneización de la cultura, llegando incluso a que la población “vuelque” taquilla en los conciertos y que incluso exista un alargue de las presentaciones.
Aquellos que se dieron cita para disfrutar de este evento solo destinaron un par de horas de su rutina diaria; pero lo cierto es que pocos conocen el arduo trabajo de los integrantes de la Orquesta Filarmónica y de la Capela de Cochabamba para realizar este tipo de programas musicales.
La mÍtica saga
Luego de más de un año de espera, la Orquesta Filarmónica de Cochabamba pudo hacer realidad su sueño de interpretar la música de la saga Star Wars, del reconocido compositor Williams.
“La Orquesta programa sus actividades con bastante tiempo y por eso el 2014 ya teníamos la partitura; pero, decidimos esperar un año, precisamente para hacer coincidir con el estreno de “Star Wars: el despertar de la fuerza” y creo que fue una gran apuesta”, asegura el director Augusto Guzmán.
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