“Impactante!”. Así ven los vecinos de la zona Coronilla, plaza Osorio y calles aledañas, la actividad que impulsa el Martadero, convirtiendo a su proyecto “Bienal de Arte Urbano” (BAU) en un importante espacio de intercambio cultural y artístico a través de pinturas en los muros, del 10 al 20 de abril.
Los pobladores del lugar se acercan más a la actividad, incluso buscan a los organizadores, manifestando su interés por ofrecer sus paredes e interactúan con los artistas, contó la coordinadora visual de Martaadero, Magda Rossi.
“Puriskiri”, por ejemplo, uno de los muralistas sobresalientes del país que pintará en la BAU, fue el encargado, en marzo, de graficar con su técnica la exposición “Increíbles peces de Bolivia”, en un mural que hoy exhibe el Museo de Historia Natural Alcide d’Orbigni (calle Potosí).
El encuentro y sus actividades
Este año la BAU cumple su tercera versión, y recibe a 30 artistas urbanos entre nacionales y extranjeros, varios de ellos reconocidos a nivel internacional por su trabajo.
Desde el jueves, los “muralistas urbanos” se reunieron en el Martadero, sede y punto de encuentro, del evento.
Iniciaron, ayer, las actividades con el reconocimiento de la ruta o “vuelta de contextualización”.
La labor consistió en un paseo entre los organizadores y participantes invitados, para observar los muros asignados dentro la ruta de la BAU; los mismos que serán el escenario idóneo para que la población admire en vivo y directo el proceso de creación de un mural callejero.
“Será muy interesante porque saldrán todos juntos a ubicarse en sus respectivos murales” asegura Rossi, animada por la convocatoria que consigue la estrategia del proyecto: sacar el arte a las calles.
Algunos de los pintores comenzaron a dar rienda suelta a su inspiración. Se los ve por las calles cargando algunos bosquejos; otros en cambio esperan a tener el material y lanzarse a dibujar o pintar lo que les viene a la mente en ese momento.
“Las técnicas por lo general son mixtas. Usan pintura y aerosoles. No hay restricciones” comenta la coordinadora visual de Martadero.
La programación de la BAU no sólo estará en las calles; paralelamente los organizadores concretaron una serie de encuentros urbanos que van desde conversatorios, ferias, conciertos, hasta muestras de “Breack dance”.
Martadero genera procesos de cambio a través del arte
Con 10 años trabajando en el impulso a la actividad cultural y generando programas de diversa índole, el vecindario del Martadero comienza a mostrar frutos y transformaciones luego de la concesión del espacio en “comodato” por 30 años al “Colectivo Nada” (Nodo Asociativo para el Desarrollo de las Artes) en 2004.
De haber sido un sitio abandonado, sucio e incluso maloliente, porque albergaba al matadero municipal, hoy se halla transformado en una infraestructura referente, impulsora de al menos la mitad de actividad cultural existente en Cochabamba.
Varias de las propuestas implementadas por el Martadero, como el Encuentro de Arte Contemporáneo Boliviano (Conart) y la Bienal de Arte Urbano (BAU) se encuentran ya posicionadas en Cochabamba. También algunos proyectos autosostenibles que tienen que ver con temáticas relacionadas a la equidad, género o apoyo a la educación, a través de programas de formación transversal y talleres de creatividad. Gracias al taller de cerámica dirigido a mujeres de la zona, por ejemplo, la población femenina del lugar aprendió de manera gratuita técnicas para la elaboración de mosaicos, con los que presentaron un mural ubicado en el Teatro Adela Zamudio.
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