viernes, 24 de abril de 2015

Realizan festival de piano hoy en el Instituto Laredo

De una familia cochabambina privilegiada a la cual pertenecen Eduardo y Jaime Laredo Quiroga, Teresa Laredo Aguayo no es la excepción, ya que ella aporta un capítulo muy importante a la historia de los grandes músicos e intérpretes del mundo.

Ella, con casi 80 años, aparenta muchísimo menos debido a su incansable espíritu y múltiples actividades que desarrolla, desde hace 45 años, entre Bolivia y Suiza.

Tanto su carrera como pianista y clavecinista sumado al carácter impetuoso que posee, le permitieron convertirse en una ciudadana del mundo desde los 17 años cuando tuvo que trasladarse a Europa. Pese a que siente un especial afecto por interpretar el arpa, que también tocaba su madre, describe al piano como su novel actividad, por ser el rey de su vida musical, debido a que comenzó a practicar el mismo a partir de los 11 años. Con él obtuvo el título “Virtuosísimo”, un logro de contados músicos, y paseó como solista por los escenarios más conocidos del mundo.

En la actualidad es catalogada como una de las bolivianas más exitosas y destacadas en el campo artístico, y haciendo gala a su prestigio y labor, hoy el Instituto Eduardo Laredo presenta el “I Festival de Piano Teresa Laredo”.

La actividad incluye talleres y conciertos de gala, en los que intervienen reconocidos artistas. Ayer se homenajeó a la artista y hoy, a las 14:30, dará una conferencia en la que contará su vida y experiencia.

Asimismo, Mariana Alandia dará un taller sobre la obra del compositor boliviano Eduardo Caba. Además, habrán dos conciertos, uno de “Folklore en el piano” interpretado por Delfín Sejas y otro de jazz ofrecido por el pianista Richard Ulunque.

Por otra parte, Mariana Inturias expondrá el tema “Tocar con tutta bravura” y Gery Alexancer Ticona cerrará el festival con un concierto de gala.

Teresa Laredo nació en la ciudad de Cochabamba el 11 de febrero de 1939. Desde muy pequeña sintió inclinación por la música. Bailó flamenco con castañuelas, tocó el xilófono y practicó danzas autóctonas bolivianas. A los 11 años incursionó con el piano y para los 13 ya había leído el diario de Clara Schumann. A los 15 dio su primer concierto en Bolivia y a los 17 se fue a Europa para continuar con sus estudios musicales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario