En medio de la oscuridad y en un escenario casi vacío, Saúl Alí se sienta en una silla y empieza a narrar que soñó con la locura. En ese instante también se imagina a sí mismo en un mundo de fantasía junto a los personajes de un circo.
Ésa es una escena de la obra titulada Ira de circo, estrenada por Teatro Bogatir, que ayer realizó su último ensayo. La pieza fue escrita, será dirigida y protagonizada por Alí. El elenco también presentará, por primera vez, Confesiones de Magdalena, de María Peredo Guzmán, que tiene cinco directores distintos.
Las obras se llevarán a escena en una breve temporada, que será hoy y mañana, a las 20:00, en Espacio Late Escena (calle Méndez Arcos, 785). Alí mira fijamente al auditorio del escenario y eleva la voz: "La locura me dijo: ‘tú eres mi hijo y éste es tu hogar’”. Luego, sigue narrando su sueño con gestos y ademanes.
"Escribo desde la visceralidad. Lo que planteo es que la ira es el proceso del caos. Me gusta ese mundo malformado y estoy convencido de que toda literatura y teatro fuerte es monstruoso ante todo; eso me gusta y me provoca”, comenta el actor, en la primera pausa de su ensayo, y recuerda que comenzó a escribir la historia de la obra en febrero del año pasado.
La trama tiene cinco personajes que mezclan literatura, amor, pasión, violencia, poesía, música, instinto e impulso. "Es un mundo sórdido, imposible, fantástico, juega con elementos del imaginario. La idea es que conduzca al público a que viva y sienta las historias”, agrega Alí, quien escribe y actúa en monólogos con temáticas similares desde hace diez años.
En Confesiones de Magdalena, Peredo explora el mundo íntimo de la mujer. La pieza es dirigida por Ubaldo Nallar, Daniel Larrazábal, Gonzalo Callejas, José Ballivián y Alí. "La entrega absoluta de María en los cinco días que realizamos el montaje me sorprendió gratamente. Su pieza es íntima, ella quería explorar en Magdalena a una mujer más real”, concluyó, en otra pausa de su ensayo.
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