Hace pocas semanas el pintor impresionista Michael Richardson pintaba en Venecia y como estaba tan concentrado en su labor no se percató de la subida de la marea hasta que sus botas comenzaron a mojarse. Esto no es raro para un artista que se especializa en la pintura al aire libre como él, quien es considerado como uno de los más importantes representantes del impresionismo moderno.
Richardson nació en Londres en 1943 y su formación como artista la hizo en la Ipswich Art School de Londres, además de otras ciudades europeas como París. Sus principales influencias son los impresionistas modernos Ken Howard, Trevor Chamberlain y Fred Cuming.
A lo largo de los años su estilo se ha tornado más libre, fluido y expresivo. "Yo pinto a diario y pienso que las grandes obras de arte deben ser públicas para el beneficio de todos”, afirma.
Expuesto a los elementos
De los lugares en los que Richardson ha pintado, su preferido es la Plaza San Marcos de Venecia, en Italia. Uno de los lugares más remotos en los que pintó fueron los Alpes austríacos, a los cuales tuvo que ascender con un equipo de esquí, además de un set de sobrevivencia y sus implementos y materiales de pintura.
El impresionista no tiene una época preferida para pintar, pero aclara que en Europa es más difícil hacerlo en verano, porque hay más horas de luz y él prefiere pintar al amanecer y al anochecer, porque a esas horas hay más contrastes y sombras.
Para pintar al aire libre es importante tomar precauciones, como por ejemplo, llevar abundante agua pues el pintor se abstrae tanto en su trabajo que puede deshidratarse. Asimismo, debe llevar ropa adecuada "por capas”, para que sea más fácil abrigarse y desabrigarse. Además deben llevarse ganchos y cuerdas para asegurar el equipo.
Experiencia en Bolivia
En su pasada visita a Bolivia, a comienzos de este año, Richardson pintó en varios lugares de La Paz y el Alto como el aeropuerto de la urbe alteña; la plaza Murillo, la Avenida del Poeta, la Plaza de los Héroes y otros lugares de la sede de gobierno. En todos estos escenarios una gran cantidad de gente sentía curiosidad y se acercaba a ver lo que hacía.
El artista cuenta que esto es común en los espacios urbanos, pues afirma que las personas no sólo se acercan, sino también le ofrecen algo de tomar y comer, pero también le dan mucho aliento.
En aquella ocasión el impresionista impartió un taller que se desarrolló además de en la ciudad de La Paz, en la zona del lago Titicaca. Esto último significó una gran experiencia porque un cuerpo de agua semejante confiere características especiales a la luz del ambiente; además, Richardson tiene predilección por plasmar paisajes relacionados con el agua, pues le fascinan los deportes acuáticos, como la vela o las carreras de yates.
Poco tiempo
El pintar al aire libre implica ver más de lo que puede capturar una cámara fotográfica. Sin embargo, el proceso se lo debe realizar rápido, porque las condiciones de luz varían conforme pasan las horas.
En sesenta minutos, por ejemplo, -explica el artista- la orientación de la luz cambia 20 grados, por lo cual, el escenario que se comienza a pintar no es el mismo al momento de acabar.
Generalmente Richadson hace sus pinturas en 90 minutos y en formatos pequeños. La técnica que emplea se denomina "Alla Prima”, que justamente consiste en acabar la pintura de una sola vez.
Así evita tener que volver a determinado lugar, pues no confía en su memoria para acabar la imagen en su estudio, que elimina la frescura y la espontaneidad de un escenario abierto.
Materiales
Para lograr buenos resultados es importante contar con excelentes materiales que ayuden a hacer eficiente el trabajo. En el caso de nuestro artista, en sus trabajos utiliza óleos Michael Harding, que tienen una alta concentración de pigmento y son hechos de manera artesanal; además de pinceles Rosemary & Co.
Richardson incluso desarrolló junto a esta compañía dos sets de pinceles para pintura al aire libre (Plein-Air), hechos con pelo de mangosta y de cerdo Chungking.
Observar el mundo
El pintor quiere transmitir el placer que siente con la pintura al aire libre a la mayor cantidad de gente.
"El mero hecho de aprender a observar un poco mejor el mundo que nos rodea, contribuye enormemente a mejorar la calidad de vida de todos; esto se aprende con la pintura al aire libre”, afirma.
Las habilidades técnicas para pintar en escenarios abiertos son fáciles de enseñar a cualquier persona que quiera aprender, afirma el experimentado pintor. Contrariamente a la opinión común, estas habilidades se pueden adquirir con relativa rapidez y no hay necesidad de nacer con talento; sólo tener el deseo de hacerlo, añade.
Uno de los errores más comunes que se comete en esta práctica artística es trabajar como si se estuviera dentro de un estudio y no considerar los cambios rápidos que suceden con la luz y el clima del lugar. Pero, las pinturas al aire libre son obras de arte por derecho propio y pueden ser utilizadas como material de referencia para una posterior obra realizada dentro de un espacio cerrado.
Expectativas
El impresionista tiene grandes expectativas por conocer el lado oriental del país. Entre el 14 y 21 de agosto impartirá un nuevo taller pero esta vez en el circuito de las misiones de Chiquitos de Santa Cruz de la Sierra. Esta actividad, al igual que la anterior, es organizada por la fundación Art Out Now que tiene una página en Facebook con el mismo nombre, en la cual se puede obtener mayor información sobre la futura experiencia.
Richardson conoce algo de la historia de la región y aguarda conocer los templos construidos en el circuito de Chiquitos. Pero , lo que le causa más inquietud, es conocer los colores que predominan en el lugar, sobre todo el de la tierra, que como le contaron los organizadores, es roja anaranjada.
El artista espera reencontrarse con los participantes que conoció en la primera experiencia, pero también quiere conocer a nuevas personas, a quienes quiere dar a conocer la fantástica oportunidad del cambio de vida, que implica la pintura al aire libre.
Tener una condición física saludable contribuye a tener una excelente experiencia de este tipo, pero uno tampoco necesita ser un atleta o tener alguna habilidad especial, aclara. Lo importante es contar con voluntad de aprender y observar cuidadosamente, además de practicar, afirma el pintor extremo, Michael Richardson.
El mero hecho de aprender a observar un poco mejor el mundo que nos rodea, contribuye enormemente a mejorar la calidad de vida de todos; esto se aprende con la pintura al aire libre.
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