viernes, 11 de julio de 2014

David Mondacca presenta hoy y mañana en el Teatro Adela Zamudio su obra autobiográfica, que recoge sus 40 años de vida sobre las tablas

“Ojos de kurukuta te impele a ser fiel a tus propios sueños, cueste lo que cueste”, así resume su última obra el conocido actor, director y dramaturgo boliviano, David Mondacca.

“Ojos de kurukuta” es el nombre de la obra que Mondacca presentará hoy (viernes 11) y mañana (sábado 12) en el Teatro Adela Zamudio de Cochabamba a partir de las 19:30, bajo la dirección de Claudia Andrade.

Es una adaptación de textos de Jaime Saenz, Bertolt Brecht y el propio Mondacca, el título de la obra hace referencia a su último cuento escrito.

“Narra la vida de un niño que tiene los ojos rojos y por eso sus compañeros se burlan de él. Entonces, el pequeño encuentra refugio en la lectura. Es una historia autobiográfica”, señala el reconocido actor.

“Se incluyen tres historias que las escribí en base a versos de Brecht, textos propios de “El santo del cuerno”, “Gran hermano” obra dedicada a Jaime Sáenz y “Ojos de kurukuta”, un cuento autobiográfico. Más un sentido homenaje a los hacedores del teatro nacional, a los vivos y a los que ya han partido. El nombre fue inspirado en la palomita andina de ojos rojos”, agrega Mondacca.

En esta obra, el actor cuenta las penas, secretos y alegrías que vivió en cuatro décadas de entrega al arte escénico.

El guión se fue gestando en los últimos años, sabiendo que el cumplir cuatro décadas de vida teatral (de Mondacca) no podía pasar desapercibido, “por lo menos para nosotros, había que festejar en grande y así nació ‘Ojos de kurukuta”. Obra en la que el actor nos cuenta los desafíos que debía afrontar para vivir del oficio, destaca Andrade con relación al tiempo que llevó la guionización y la puesta en escena de la obra.

La obra parecería estar destinada a la gente de teatro, pero no es así, “hemos recibido el aplauso y el afecto de gente del oficio, pero también el aplauso sincero del público, también los creadores de otras áreas nos han colmado de elogios, porque ven en la obra los obstáculos a los que todos los creadores en cualquier rama del arte deben afrontar”, señala Mondacca.

Agregó que muchos de ellos, por lo que le han transmitido, se sienten identificados, porque en el país es difícil vivir del oficio, “dándole tu tiempo verdadero y no el que te sobra. Es un privilegio vivir de lo que uno ama hacer, no concebimos vivir esta vida haciendo aquello que no te agrada”.

Cuatro décadas sobre las tablas

La obra se la estrenó en Chile el pasado año como parte de la celebración de los 40 años, ahora con el apoyo del Ministerio de Culturas se la viene presentando en casi todo el país, “son 7 ciudades que podrán compartir esta celebración, en cada ciudad tenemos actores culturales e institucionales que se acoplan a este festejo”, señaló Claudia Andrade.

La gira por el país empezó el 26 de junio en Potosí, en la Normal Eduardo Abaroa, después estuvieron en Sucre con dos funciones en el ICBA. Ahora están en Cochabamba, el 18 de julio se presentarán en Trinidad, luego en Tarija el 25 y 26 de julio, en Oruro el 8 y 9 de agosto y concluirán en La Paz el 15 de agosto en el Teatro del Ministerio de Culturas.

“El Ministerio de Culturas cubre los honorarios de las funciones, casi todas gratuitas. En sólo dos ciudades existe una adhesión mínima. La producción que es cuantiosa corre a cargo de la Asociación Cultural Mondacca-Andrade”, señala Andrade.

El 13 de noviembre de 1973, David Mondacca, como parte del Teatro Estudio, que dirigía Eduardo Perales en el que había hecho de todo por medio año: utilería, luces, lo que hiciese falta, subió finalmente a escena y desde entonces no ha dejado la actuación y ha estado en las tablas de los principales teatros del país.

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