Acasi un siglo del nacimiento del pintor Miguel Alandia Pantoja, ayer, el Ministerio de Culturas y Turismo y la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) firmaron el convenio para que la cartera gubernamental se encargue de la restauración, conservación, exhibición y custodia temporal de 16 piezas del mural Huelga y masacre, del citado artista revolucionario.
El pintor nació en Llallagua el 27 de mayo de 1914 y murió en Lima, Perú, el 2 de octubre de 1975.
Conservación. El responsable de la Unidad de Restauración del Ministerio de Culturas, Carlos Rúa, explicó que el trabajo de Alandia se remonta a 1954, cuando la Federación de Mineros encargó al artista pintar un conjunto de murales para la sede principal, ubicada en el paseo de El Prado, con la temática de la lucha sindical minera.
Para Rúa, la obra no sólo se destaca por lo artístico, sino por “ser el testigo mudo de los hechos históricos y sindicales” que se vivieron hasta el trágico 17 de julio de 1980, cuando el dictador Luis García Meza dio la orden de demoler el edificio y, por ende, destruir los murales.
De acuerdo con Rúa, las piezas fueron trasladadas a un inmueble de Achumani para su resguardo; en 1983, el hijo de Alandia, Sergio, junto con un experto, gestionó su restauración. En 1990, detalla el restaurador, se perdió la pista de las obras, hasta que en 2005 “los de aduanas nos comunican sobre tres pinturas abandonadas y que eran parte de una serie. Entonces se hizo el traslado inmediato para su restauración”. Éste se trataría de un primer mural que se terminó de trabajar en 2012 y que actualmente se encuentra en la antesala del despacho del Ministerio de Culturas.
Según el informe del restaurador, el año pasado se indagó sobre el paradero del resto de los murales y “felizmente lo ubicamos en un inmueble de la zona de San Pedro”.
Se trata de cuatro piezas grandes que conformaban el mural principal, ocho piezas que estaban ubicadas en la ventana y cuarto de salón de la Federación, y cuatro fragmentos cubiertos con tela de gaza.
Estudio. El ministro de Culturas, Pablo Groux, afirma que las piezas “tarde o temprano” volverán a la Federación de Mineros, donde el maestro Alandia Pantoja se inspiró para pintarlas. “Es un verdadero honor trabajar en estas piezas y devolverles el color”.
De acuerdo con Rúa, se hará un trabajo de conservación preventiva, ya que las piezas fueron anteriormente restauradas. “El trabajo básicamente será de darle estabilidad a los murales porque están en un soporte de madera. También se hará una limpieza, ya que tiene acumulación de tierra y, consecuentemente, acumulación de cristales, que se han incrustado en las piezas”.
16 piezas conforman el mural que será restaurado, conservado y expuesto por el Ministerio.
“Comenzamos a devolverle la vida, la visión y la perspectiva que Alandia tuvo, la misión de retratar la lucha minera. Con ello estamos empezando a reconstruir ese edificio (sede de la FSTMB)”.
Pablo Groux / MINISTRO DE CULTURAS Y TURISMO
Se prevé el rescate de otros trabajos de pintores. De acuerdo con Miguel Pérez, secretario Ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), hay bastante información sobre escritores y pintores que dejaron sus obras en Tupiza, en el Norte de Potosí, y en la Universidad de Siglo XX, entre otros, y se pretende rescatarlas. “Se está haciendo un seguimiento de las pinturas que marcaron historia. Para ello haremos una auditoría a escala nacional. Se tiene ya una estimación y se trabaja con el Ministerio”. Añadió que mientras se edifique la nueva sede de la federación, el Ministerio de Culturas será el custodio del mural Huelga y masacre.
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