Festival Teatro Los 'Yuyas' con su magia llegaron a la ciudad

Estamos en un espacio teatral que es muy propicio para una nueva explosión multilingüística y muy conectada con lo que pasa en la realidad.

Muy conectada con los movimientos sociales y de derechos humanos que es finalmente el sentido por el cual se hace arte, para conversar con la vida”, señala Teresa Ralli, parte del colectivo y comunidad artística peruano Yuyachkani. “Los músicos ambulantes” se presentan hoy y mañana en el teatro del colegio Eagles', una obra con 30 años de antigüedad que muestra a un elenco con 42 años viviendo para y por el teatro. Teresa Ralli ennumeró cuatro características que hacen de Yuyachkani un auténtico representante del teatro latinoamericano.

Concepto de grupo. Nosotros como colectivo hemos ido acumulando memoria como grupo y eso ha ido repercutiendo en nuestra búsqueda de lenguajes escénicos. Porque somos memoria en la medida que somos ciudadanos de un país y que hemos ido creciendo juntos como creadores, enfrentándonos a nuevas escuelas y afirmándonos en nuestros postulados.

Aprendizaje constante. Entendemos que la garantía de ir creando es confrontándonos, cuestionándonos de que lo que hemos ido aprendiendo en realidad es aprender a aprender. No nos sentimos poseedores de ninguna verdad. Vamos organizando nuestra metodología en función a cómo vamos cambiando como creadores y como seres humanos. Lo interesante es descubrir que hay cosas que uno no sabe todavía, el mundo cambia violentamente y nosotros con él. La sociedad va mutando entonces siempre nos hacemos preguntas, siempre tenemos dificultades para crear, siempre tenemos parálisis creativas y siempre ascendemos a un espacio de luz cuando recreamos.

Teatro popular. Esta era nuestra consigna, ha seguido viva y desarrollándose en nuestro proceso creativo. Nos debemos al país, hemos aprendido a sentir la gran responsabilidad de respirar al país a través de nuestras obras. Cada uno de nuestros espectáculos nace del anterior, nace de una pregunta que se quedó colgada en el anterior. Nace porque queremos entender lo que pasa en nuestro país, entonces eso nos lleva a una búsqueda estética, nos lleva a una búsqueda escénica para intentar respondernos a nosotros mismos y en esa respuesta responder al público.

Otros lenguajes. Hemos cultivado una apertura para descubrir otros lenguajes. Hace 20 años los críticos en Perú nos decían “Oh, no eso no es teatro”, pues bueno no importa es teatro, es una acción escénica. Empezamos a hablar de acciones escénicas, instalaciones en espacios públicos. Alimentarnos de la cultura ancestral nos ha llevado a entender que los espacios abiertos de la calle, las danzas, las grandes celebraciones tradicionales son grandes espacios escénicos, esto lo hemos asumido como parte de nuestro lenguaje teatral.

Sobre la obra

• Modestamente en este trabajo procuramos ventilar el derecho a las diferencias y al respecto mutuo en la medida en que somos distintos somos más ricos, no habrá cosa mayormente grande que no consista en ampliar la comunicación, los medios de intercambio”, señala Augusto Casafranca, actor que interpreta al burro en la obra Los músicos ambulantes que está basada en el cuento Los músicos de Bremen de los hermanos Grimm.

“Es esta una versión muy nuestra que cholificamos, que la nacionalizamos, que la peruanizamos y hablamos de nuestras diferencias”, indica Casafranco y prosigue diciendo “ Demostrarnos que no es un conflicto irresuelto sino de es de las grandes posibilidades que tenemos permanentenmente de poder aceptarnos por encima de agregados psicológicos, históricos”.

Sobre el proceso creativo para acercarse a los temas a tratar en sus obras Casafranco señala “Nosotros no somos precisamente muy racionalistas. Nosotros nos vamos acercando a nuestros espectáculos a través de un proceso intermitente de acumulación sensible y de percibir que nuestro diálogo con la realidad tiene que estar renovándose permanentemente. Entonces a eso obedece que los temas que nos van inspirando nos van acompañando, van apareciendo conforme vamos tomándole el pulso a la realidad y vamos tratando de convertirnos en interlocutores de la realidad. No solamente en elementos pasivos o conformistas. Nos negamos a ser zombies, somos seres humanos que tenemos derecho a aspirar algo distinto, un mundo distinto.