jueves, 2 de abril de 2015

El artista plástico Gil Imaná abre su exposición Síntesis de amor “He dibujado estos cuadros con los ojos de la memoria y del alma”

Hace más de cinco años, el artista plástico Gil Imaná empezó a perder la visión de sus ojos. A pesar de ese problema de salud, el maestro nunca se dio por vencido y siguió dibujando. "Yo amo verdaderamente mi pintura y lo hago con una entrega total”, asegura.
Por eso, todos los días, el maestro nacido en 1933, en Sucre, trabaja de dos a tres horas para crear una serie de dibujos. Ese esfuerzo da vida a su más reciente exposición, la número 99, denominada Síntesis de amor. La muestra será inaugurada hoy, a las 19:30, en el espacio de arte Mérida Romero.
"Esta exposición va a servir de punto de partida porque hay algunas cosas que pasan en mi vida dejando su huella y su marca. Por ejemplo, casi la ausencia total de la visión, veo muy poco, unas manchas. Por eso digo, estos trabajos están hechos con los ojos de la memoria, con los ojos del alma”, comenta el maestro, de 82 años, mientras muestra uno de sus dibujos, en la sala de su casa, ubicada en la zona Sur.
Luego, el artista se queda en silencio y tras unos segundos dice: "Yo no puedo ver el resultado, pero con todo cariño ofrezco estos cuadros para que ustedes hagan su valoración”.
Gil Imaná cuenta que está es una de sus exposiciones más especiales por abordar un tema vital en su vida: el amor. "El tema del amor es un tema recurrente y de siempre, el amor para mi es uno de los sentimientos más valiosos del ser humano, hay el amor divino, el amor materno, el amor a la pareja, el amor a los hijos, pero también hay una autoestima por lo que uno hace, es decir, el amor por mi trabajo y por mi arte”, dice.
La exposición está compuesta por una selección de 40 dibujos creados en los últimos años. "Me han dicho que tiene una línea muy firme, que tiene una síntesis extrema. El comentario yo se los dejo a ustedes, además, yo he formado una fundación que ya tiene personería jurídica, la Fundación Cultural Inés Córdova y Gil Imaná”, sostiene.
El maestro explica que el dinero recaudado de las ventas de los dibujos será donado a su fundación, que tiene la finalidad de abrir un museo de arte. El espacio ya cuenta con infraestructura propia y está ubicado en la avenida 20 de Octubre. "Espero la inscripción de derechos reales que es un trámite que tarda mucho. Una vez que salga podré hacer la entrega de este local que va ir al servicio del público y a la gente de la que tanto ha recibido y de esa manera voy a devolverles todo ese cariño”, dice.
Sonriente, Gil Imaná dice que el espacio está abierto a recibir el apoyo de las instituciones y personalidades que deseen ayudar a cumplir este sueño. Según el creador, para el museo ya conservan una colección de obras de varias exposiciones rotativas de él y de su fallecida esposa. "Tenemos colecciones que donaremos a nuestro querido pueblo”, dice.
Los 40 dibujos fueron creados a tinta y la mayoría, técnica mixta. "Hago dibujo porque es en blanco y negro y porque siempre algo de reflejo veo, el color no lo distingo y ya no podría pintar”, comenta.
En la colección de cuadros, se expone también una de las últimas pinturas a colores creadas por Gil Imaná, quien reitera que por su pasión al arte decidió plasmar la temática del amor en todas sus extensiones. "He trabajado los temas del amor en toda su gama, desde el amor divino, pasando por el amor materno, hasta la solidaridad con la gente que lucha por tener una vida mejor”, dice. Luego, agrega: "Hay también el amor y el orgullo con nuestro pasado”.
Al hablar de su arte, el maestro recuerda que realizó su primera exposición a los 16 años. "Llevo 66 años pintando de forma profesional, mis estudios los hice de niño cuando tenía 10 años”, dice. Su pasión por la pintura era tan extrema que aprendió anatomía tan solamente para dibujar a la perfección la figura de los seres humanos. "Desde entonces aprendí a amar la belleza del cuerpo de las personas”, afirma.
Gil Imaná cuenta que otro de los motivos que lo obliga a seguir dibujando es el amor por su fallecida esposa. "Toda mi obra ha estado compartida con Inés, con ella hemos vivido grandes alegrías y tristezas”, dice el maestro, quien asegura que dibujar es, también, una forma de darle gracias a la vida. "Amo la vida”, finaliza.

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