lunes, 27 de abril de 2015
mARTadero, 10 años al servicio del arte y la cultura
En 2004 un grupo de artistas, liderado por Angélica Hekcl y Fernando García, impulsó el proyecto mARTadero con el propósito de lograr un desarrollo artístico cultural, humano y social que incida en el barrio de Villa Coronilla, en la zona central de la ciudad de Cochabamba, y que recupere arquitectónicamente un antiguo matadero municipal.
En marzo de 2005, el Consejo Municipal de esa gestión concesionó por 30 años este espacio que operaba como un lugar de carneo de ganado -y que entonces se encontraba abandonado- a la agrupación de artistas ya organizada e identificada con el nombre de NADA, Nodo Asociativo para el Desarrollo de las Artes.
Actualmente, el mARTadero cuenta con 3 mil metros cuadrados que son empleados en distintas actividades culturales, artísticas y formativas como una cooperativa de mujeres que elabora mosaicos artesanales, una escuela de break dance y una escuela de iniciación músical. A esto se suman salas de exposición, salas de artes escénicas, un café, residencias artísticas, un laboratorio digital, un laboratorio urbano y una productora audiovisual independiente.
"Ha sido un proceso espectacular de crecimiento, de utilización de un espacio abandonado, de darle vida a un lugar de muerte porque era un antiguo matadero y ahora es un vivero de las artes. Es un lugar patrimonial de generar procesos dinámicos y la posibilidad de darle un aporte fuerte a la sociedad", manifestó Fernando García, director del proyecto mARTadero,
Es así que desde el momento de la fundación del mARTadero, en marzo de 2005, este espacio se ha constituido en un generador de arte y cultura en alrededor de 1.600 actividades, con un promedio de 160 actividades por año, todas de tipo de muy variado como lecturas de poesía, festivales de teatro, festivales de música, encuentros, exposiciones, talleres, conciertos, etc.
Sin embargo, este proyecto ha tenido que luchar contra un imaginario social muy fuerte que predomina sobre esta zona L al ser denominada como "roja" o con estigmas, ya que mucha gente asocia la imagen de un artista con la de un bohemio o hippie. Hoy en día, como lo afirma el director del mARTadero, en el barrio de Villa Coronilla esto se ha ido superando estableciéndose con los vecinos una relación constructiva y absolutamente positiva.
"Entendemos el arte no como una forma de distracción, sino de contextualización, no es distraernos de nuestra realidad cotidiana, sino contextualizarnos con qué mundo vivimos y de esta manera desarrollar conocimiento", dijo García.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario