Tarija En la Casa de la Cultura hay exposición de fotografía

Abogado de profesión, dejó este oficio para dedicarse por completo a la fotografía, una pasión que lo persigue desde hace quince años y que ahora, por primera vez, Juan Carlos Aróstegui presenta entre el 20 y 24 de abril una muestra en el Salón de Exposiciones de la Casa de la Cultura denominada “Tarija a la Carta”.

“Siempre me gustó la fotografía artística”, afirmó al contar que esta inclinación le nació cuando trabajaba hace unos 15 años en el área de de saneamiento de tierras en Santa Cruz y la empresa que le contrató le proveyó de cámaras profesionales y con las cuales recorrió la Chiquitanía y territorio indígena del oriente en Beni y Pando.
Desde ese entonces no dejó de practicar este arte y que con el tiempo se convirtió en una pasión. Hace cinco años participó en un concurso y logró un segundo puesto. No se considera un profesional, aprendió de manera autodidacta, con el contacto con otros fotógrafos y con el tiempo fue adquiriendo experiencia.
“Esta es mi primera exposición. Hacerlo es complicado y tiene sus costos” puntualizó antes de agradecer el apoyo de Gustavo Lanza, quien corrió con todos los gastos de impresión de las imágenes en tamaño adecuado para la exposición.
Tarijeño, casado con tres hijos, Aróstegui detalló que la idea de la exposición es mostrar a la ciudad y a la región desde el punto de vista desde un caminante, una persona que recorre por los lugares pintorescos y que al ser un valle rodeado de cerros tiene muy buena luz, combinada con la vegetación florida que le da colorido a las tomas fotográficas.
“La gente también es interesante”, sostuvo y que las cosas, colores y luces están ahí y que ha veces uno pasa de largo y no lo percibe, pero que la lente es capaz de detener y capturar, atrapar ese instante y después es una efigie que queda grabada eternamente. “Es una construcción de la realidad, de un momento en el trascurrir de las cosas, la imagen que se ve”.
Aróstegui considera que el arte de la fotografía se trata de encuadrar una imagen, una situación, ubicar como está la luz, su incidencia en las cosas, cómo rebota, el tipo de árboles y se construye el instante de manera rápida y “agarrar eso”. “A veces lo agarras, generalmente lo haces mal, de mil fotografías te salen algunas buenas. Un secretito que he aprendido es eso”.
Contó que a futuro tiene el proyecto de hacer fotografía underground, subterránea, más de interpelación a ciertas situaciones sociales, por ejemplo hacer una exposición del mundo de los parroquianos (personas dedicadas al consumo de alcohol barato y que frecuentan los lugares marginales de la ciudad), “que es un submundo que existe en Tarija y que poca gente lo percibe aunque tiene una realidad bien compleja”.
“Tengo varias fotos de ellos, de las cuales un par son rescatables para exponer, el plan es, en el transcurso de este año trabajar en el tema, lograr introducirme en esta realidad, capturarla y mostrar a los parroquianos en su situación, con sus perros”, explicó.

La colaboración
Entretanto, Lanza, quién hizo posible que Aróstegui presente la muestra, es el responsable de la compañía Gustavo Lanza Imagen Digital. Tiene 40 años en la fotografía, se inició en este arte a los 13, en junio de 1973 junto a Alberto Castillo.
Desde esa fecha nació una pasión por el arte fotográfico que le impulsó a buscar cursos en Estados Unidos, Canadá, Argentina y La Paz. 1982 abrió su propio estudio en la calle 15 de Abril. Trabajó con modelos bolivianas como Antoinette Van Dik.