miércoles, 19 de junio de 2013

Psicoballet o el uso de la danza como terapia

La pequeña de 10 años Alejandra brilla en su traje azul. Mientras su mamá termina de alistarla, las ganas que tiene de salir al escenario y bailar son incontenibles.

El síndrome de down de la ñiña pasa inadvertido mientras comienza con los pasos de ballet y la música se escucha de fondo.

No se detiene ante el fotógrafo de Los Tiempos y, al contrario, posa, sonríe y se esfuerza aún más en la danza.

Al poco tiempo llega Mónica Eliana. Tiene 32 años y síndrome de down. Se integra sin problemas y con Alejandra desarrollan una coreografía de ballet con movimientos que no sólo reflejan arte, sino también tranquilidad, conocimiento, autoestima y crecimiento personal.

La habilidad de ambas y el impacto en su vida tienen una razón: la práctica de la danza como terapia. En una palabra, psicoballet.

María Renée Zapata, psicóloga e instructora de Alejandra y Mónica Eliana, explica que el psicoballet es un método psicoterapéutico de grupo donde la psicología y el ballet se conjugan en un sistema dinámico integral formado por los siguientes elementos: métodos y técnicas psicológicas, música, juego, expresión corporal, pantomima, danza, cultura física y dramatización. Ambas disciplinas, psicología y ballet, son a su vez sistemas dinámicos integrales que al conjugarse armónicamente forman un nuevo sistema.

Con el psicoballet, una técnica nacida en Cuba de la mano de la psicóloga Georgina Fariñas García en los años 70, se busca dar a los participantes una concepción del mundo que favorezca el desarrollo de la socialización, que mejore las relaciones humanas y la comunicación, el compañerismo y la solidaridad. Se estructura y fortalece la personalidad.

Con filiales en Bolivia, México, Nicaragua, Ecuador, Perú, Puerto Rico, Brasil y Argentina, Costa Rica y otros países como Francia, Colombia, Venezuela, la Asociación Latinoamericana de Psicoballet, que Cuba lidera, es centro referencial para estos países que fomentan el método cubano.

Objetivos y características

Zapata, que es presidenta coordinadora de la Filial Bolivia del método cubano, explica que el psicoballet busca alcanzar un desarrollo de la coordinación muscular, del control de los movimientos, el sentido de la posición y del ritmo; desarrollar las potencialidades con independencia de la discapacidad; estimular nuevos intereses, modificar la esfera motivacional; y fortalecer el desarrollo de la personalidad dentro del grupo.

También permite crear un sentido de la responsabilidad individual y del éxito colectivo; mejorar las relaciones interpersonales y la comunicación; ampliar el conocimiento, la creatividad y educación estética; aumentar la integración social de la persona con discapacidad.

Esta terapia puede ser aplicada para la prevención o curación de alteraciones emocionales o de conducta, habilitación, rehabilitación de patologías mentales, motoras o sensoriales o reeducación de conductas socialmente negativas, según el caso. Personas con discapacidad, adolescentes o jóvenes con problemas emocionales, adultos mayores y otros grupos pueden practicar psicoballet.

Para cada grupo se establecen objetivos psicológicos, fisiológicos, pedagógicos, sociales, estéticos y artísticos.

El trabajo terapéutico del psicoballet se desarrolla por ciclos, los cuales pueden durar de seis a nueves meses.

Experiencias en Bolivia

Zapata ha desarrollado el método en Cochabamba con varias experiencias. Su primera intervención fue con niñas y adolescentes trabajadoras en la calle pertenecientes al proyecto de Mosoj Yan. Posteriormente, intentó aplicar psicoballet en un taller de danza con niños y niñas y jóvenes sordos en Instituto de Audiología.

La psicóloga fue capacitada en Cuba y obtuvo una certificación avalada por la Unesco para aplicar la terapia en los centros de educación especial Ceoli y Eifode como método de rehabilitación.

Cuenta que la primera experiencia de psicoballet se realizó en Sucre, en el psiquiátrico, por iniciativa de Victoria Hernández Alcaide, quien organiza un curso en Cochabamba. A partir de esta actividad se conforma la compañía de psicoballet en Cochabamba denominada “Mainumby” dirigida a jóvenes con necesidades educativas especiales por iniciativa de Paola Salinas como parte de su formación como psicóloga titulada, bailarina, actriz y directora de teatro.

La psicóloga María Renée Zapata comenzará, desde la segunda semana de julio, talleres permanentes de psicoballet en Cochabamba dirigidos a personas con diferentes discapacidades o problemas. También dará cursos a profesionales y estudiantes interesados en capacitarse en el método y formar parte de la filial boliviana.

Los talleres se llevarán a cabo en el Teatro Hecho a Mano. Para mayor información el contacto es killawarmi@hotmail.com y en los teléfonos 4794876 -75 y 70791947.

Delegados de varios países celebraron 40 años del método

Del 1 al 6 de abril de este año, profesores, capacitadores y beneficiarios del método cubano celebraron en Cuba los 40 años de creación del psicoballet. En este encuentro, la filial boliviana recibió un reconocimiento a la aplicación del método en el país.

Georgina Fariñas García, creadora del método en 1973, en La Habana, Cuba, participó del encuentro que reunió a representantes de varios países.

La historia de Fariñas García con el método comienza en 1972 cuando, al Hospital Infantil Ángel Arturo Aballí en Cuba, donde era jefa de Psicología del Servicio, llegaron niñas con una problemática especial.

“Era un grupo de niñas agresivas (...) Los padres estaban muy preocupados porque aunque eran niñas pequeñas.

Empezamos a trabajar con ludo terapia, terapia de grupo y laborterapia”, cuenta.

Después de fracasar todas las terapias, decidió hablar con la directora artística del Ballet Nacional de Cuba, en aquel entonces la reconocida Alicia Alonso para trabajar con las niñas con danza.

Alonso propuso trabajar también con niños con trastornos de la conducta, que estaban en tratamiento. Se formó entonces un grupo de 37 niñas y niños con problemas como agresividad no socializada, timidez, ansiedad, hiperactividad, inadaptación neurótica, trastornos del sueño, fobias, rechazo escolar, etc..

“El proyecto se realizó de forma voluntaria totalmente, tanto los psicólogos y psicometristas, como los bailarines (…)

Estábamos realizando un trabajo sumamente gratificante para cualquier terapeuta donde niños con graves afectaciones de conducta, gracias a los binomios arte y ciencia, psicología y ballet, específicamente, iban mejorando sus problemas”, dice Fariñas García.



OPINIONES

"Mi hija se expresa con el baile"

Estela Cosío, mamá de Alejandra, cuenta que el ballet ha ayudado a su hija a comunicarse mejor con las personas. “A ella la gusta la música, ella se expresa con el baile”, dice.

Alejandra tiene muchos logros. Sacó los primeros niveles en un torneo de gimnasia a nivel nacional y es buena estudiante.

"Ella puede hacer muchas cosas"

"El psicoballet fue una muy linda experiencia para mi hija, le ayudó mucho, sobre todo en su autoestima y desarrollo personal, tiene mucha más seguridad", dice la mamá de Mónica Eliana, Leonor Valenzuela.

Señala que su hija, con la danza, vio que puede hacer muchas cosas y que en todos los aspectos de su vida ha crecido.

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