Seis obras en cuatro escenarios distintos y alternativos es la propuesta de la Asociación Sindical de Actores, Actrices y Trabajadores del Teatro(Asatt) para el Off Festival, circuito teatral paralelo al festival oficial.
El primer elenco en participar será Proyecto Bufo, que presentará César Ángel, una adaptación del texto El comilón, del uruguayo Alejandro Urdapilleta, que es un monólogo protagonizado y dirigido por Alejandro Molina.
El grupo Nosotros dos, dirigido por Róger Quiroz, entrará en escena el domingo con el monólogo a cargo de la actriz Samantha Flores Diatriba de amor contra un hombre sentado, adaptación de un escrito del colombiano Gabriel García Márquez que cuenta la historia de Graciela, una mujer de escasos recursos que se enamora y se casa con un hombre rico, y tras 25 años de matrimonio se da cuenta de que tiene todo, menos amor.
Desde La Paz llega Zig Zag Teatro con una de las obras más destacadas de este mini-festival: La otra engañifa, un monólogo a cargo de la actriz Martha Monzón, que también lo dirige. La otra engañifa toca el tema de la trata de personas. Monzón es Vasha, una prostituta vieja que recorre las esquinas paceñas en las noches frías y recuerda cómo cayó en ese mundo con engaños.
Calidad en las tablas
Las seis obras son interpretadas por experimentados actores. Es el caso de Ricardo Guillén, Mónica Fernández y Selma Baldivieso, del elenco Salamandra Teatro. Ellos estarán con la obra Cuentos para Chéjov, dirigida por Guillén, que narra la historia de tres personajes extraídos del universo literario del escritor ruso encerrados en sus miedos y culpas.
La locomotora loca, famoso drama del escritor polaco Stanisław I. Witkiewicz, será representada por Carne de Cañón, bajo la dirección del colombiano Andrés Escobar. Aquí, los protagonistas están a bordo de una locomotora y viven situaciones que pertenecen a lo absurdo de la vida.
La programación ‘off’ finalizará el sábado 27 con la puesta en escena de La vida es sueño, el clásico del español Pedro Calderón de la Barca, actuado por Papalote Teatro de la ciudad de La Paz. Cuenta con la dirección de Miguel Estellanos.
En medio de este festival, el viernes 26 habrá un foro de los participantes, en el que se hablará de la situación actual de los artistas en el teatro cruceño.
Los precios de las entradas para ver las obras oscilan entre Bs 15 y 20. (Ver la programación en lámina adjunta).
Consejos para ver teatro
1 El público debe ir con la predisposición y las expectativas que merecen las obras, ya sean los niños espectadores o los adultos. Es indispensable que sean puntuales, que apaguen celulares, no lleven comida y no tomen fotos con flash, y, por supuesto, que disfruten la obra. (Cecilia Montalván, actriz)
2 El espectador debe tomarse tiempo antes de entrar a la sala para cambiar de ambiente. Tiene que saber que va a entrar a algo que necesita de todos sus sentidos y de su concentración para recibir lo que en el escenario le van a plantear (Alejandro Molina, actor y dramaturgo).
3 Tiene que tener en cuenta dos cosas puntuales: la primera es asistir a todas las obras que pueda; luego, sugiero que la gente vaya dispuesta a recibir sensaciones, más que ir a racionalizar el teatro, algo que es más propio de los actores. En cambio el público tiene que dejarse enamorar y dejarse llevar por cualquier obra (Jorge Arturo Lora, actor y director).
Diatriba de amor contra un hombre sentado, una de las obras del Off. Foto: Archivo
ENTREVISTA
Ariel Muñoz: “Creemos poder vivir del teatro”
Los trabajadores del teatro, agrupados en la Asatt, hacen suyo el festival.
¿Por qué nace el programa Off Festival?
Todos los festivales tienen una programación no oficial. La APAC nos confió este espacio del que la recaudación va a ir para los grupos y para los gastos de producción. El Off Festival es un movimiento que da una oportunidad a los grupos que no entraron en la programación oficial. Tenemos mucha oferta para espacios alternativos, hay dos puestas en escena para karaoke, por ejemplo.
¿Cómo cambió la profesionalización teatral el escenario de la producción cruceña?
En este último tiempo hemos entrado a un ritmo más acelerado de trabajo, con más espacios que se abren y con la conciencia de que deben ser valorados y respetados. Se está logrando con la idea de que agrupados tenemos mayor posibilidad.
¿En qué situación está el artista del teatro en Santa Cruz?
Nos están por entregar los resultados de una encuesta que va a dar datos de la situación socioeconómica en la que estamos, de la formación, la seguridad e información necesaria para mirarnos y proyectarnos. A simple vista estamos en una lucha para convencernos de que realmente podemos vivir de nuestro oficio. Tratamos de tener un estándar y ya no hacer ‘favorcitos’. El artista puede hacer aportes gratuitos, pero debe haber otros espacios que compensen nuestro amor al teatro. Creemos que podemos vivir del teatro, para esto es importante el nivel de formación, que es producto de la Escuela Nacional de Teatro.
¿Qué esperan los artistas de la Plataforma del Teatro Boliviano del festival?
Generar contactos, ser visibles para los programadores internacionales, que pueden exportar nuestro material artístico, y para el público nacional
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