Tras una investigación de más de cinco años, los musicólogos españoles Rodrigo Madrid y Susana Sarfson recuperaron una colección de cantatas y villancicos bolivianos, compuestos en el siglo XVIII.
Las piezas de la colección fueron elegidas y encontradas en la sección de Música del Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB) de Sucre.
El resultado de ese trabajo es publicado en el libro Música barroca boliviana, que será presentado hoy en la Sala SGAE Centro Cultural, en Madrid (España), informó Europapress.es.
"Con la presente publicación continuamos la labor de recuperación de las obras musicales del pasado que, iniciada hace años por estudiosos e investigadores, nos ha permitido hoy rescatar una parte significativa de los cantos y danzas que se guardan en varios archivos de los territorios de ultramar”, se lee en la presentación del libro.
Madrid y Sarfson se encargaron de transcribir los manuscritos originales de once villancicos y cantatas del siglo XVIII. Así, el libro incluye la reproducción del facsímil, comentarios, los textos originales y el aparato crítico de cada obra.
Según la página web Ucv.es, las piezas fueron posiblemente interpretadas en funciones litúrgicas en la entonces Catedral de La Plata y el Oratorio de San Felipe Neri. En el material destacan los villancicos dedicados a la Purísima Concepción, a San Juan de Dios o San Pedro Nolasco y a la Ascensión del Señor. "La belleza de la música colonial de los antiguos territorios de ultramar sirve como alimento espiritual de los hombres”, aseguró Madrid, en una entrevista a ese portal.
Según Juan Carlos Fernández, director del ABNB, la iniciativa de estos investigadores españoles representa un importante avance de la recuperación del patrimonio musical de Bolivia.
"La importancia de conservar este patrimonio tiene un interés universal para la cultura musical. El patrimonio musical boliviano es muy importante, valioso y cuantioso”, aseguró.
Las piezas forman parte de la sección musical del ABNB, que contiene más de un millar de manuscritos pertenecientes a los fondos archivísticos de la Catedral y del Oratorio de San Felipe Neri, ambos ubicados en Sucre.
Una parte del patrimonio que se conserva en la sección musical del ABNB fue declarado como Memoria del Mundo en el año 2007 por la Unesco.
Fernández agregó también que se debería hacer lo mismo con la música vocal, que se conserva en la colección del Monseñor Santos Taborga, que está en el archivo arzobispal de Sucre.
Con una mirada similar, Cecilia Kenning, presidente de la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC), destacó la investigación y dijo que la música boliviana es invaluable. "Bolivia tiene ese privilegio de tener sus archivos muy ricos en temas de música del periodo colonial”, afirmó.
La publicación sucede al lanzamiento del disco Barroco boliviano (2011), grabado por el grupo Capella Saetabis, dirigido por Madrid.
El álbum también es resultado de la investigación realizada por Madrid y Sarfson en el ABNB, entre 2009 y 2010 con una beca de investigación de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) y el mecenazgo de la Universidad San Francisco Xavier, con el "Proyecto Sucre Ciudad Universitaria”.
El contenido de Música barroca boliviana
Textos El libro de más de 150 páginas contiene apuntes teóricos sobre el villancico y criterios de transcripción.
Obras seleccionadas Además, presenta notas explicativas de cada obra con la reproducción del facsímil, comentarios, textos originales y aparato crítico.
Piezas Están Guerra, Vittoria (Anónimo, 1725); De dos sacristanes (Roque Cerutti); Hoy que Francisco reluce (Cerutti), Las flores y las estrellas (Mesa, 1767); A la cima corred (Manuel Carrizo); Atención a dos jilguerillos (Anónimo, 1764); Ay, que se rompen los cielos (Anónimo, 1718), Dos jilguerillos al Sol (Anónimo), Qué luces, qué glorias aumenta divino ( Anónimo, 1752); Aplaudiros quisiera (Anónimo, 1798); y A quien no mueve a dolor (Anónimo, 1730).
Puntos de vista
Cecilia Kenning, Presidente de APAC
"Son un tesoro invaluable”
Me parece extraordinario que investigadores extranjeros recuperen la música boliviana. Ellos llegaron gracias a los festivales de música barroca de Chiquitos y a los encuentros de musicólogos e historiadores que organizamos desde hace 20 años. En estos encuentros participan investigadores de todo el mundo.
La noticia es un agrado para nosotros como institución, porque demuestra que está causando algún efecto la divulgación que realizamos de los archivos bolivianos que son únicos en el mundo. Sin duda, la música que tenemos en los archivos de Bolivia, sea Chiquitos, San Ignacio de Moxos, ABNB o los otros archivos que hay en diversas catedrales del país, son un tesoro invaluable. Bolivia es privilegiada porque hemos conservado esta riqueza que hoy en día se está descubriendo en el mundo entero y ha dado otra visión de la música de aquellos días.
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